Cargando...
Tras la publicación de ABC bajo el título “Directores hacen uso y abuso de dinero de ACE”, donde se expuso denuncias en contra de varios directores por supuestos malos manejos e intervenciones ilegales en cooperadoras de padres, el Departamento Anticorrupción del Ministerio de Educación inició una investigación donde una de las directoras demostró su inocencia.
La directora, Lida Rosa Rojas Cañete, había sido acusada de habilitar dos ACE por no querer dejar en manos de los padres el manejo de los fondos, y también se la acusó de desmantelar un taller del colegio técnico, por valor de G. 300 millones, cuyas piezas supuestamente las tiró a un pequeño depósito, sin dar explicaciones a los padres.
Lida Rosa Rojas explicó que ella asumió la dirección de la institución en el mes de agosto del año 2017, nombrada por concurso, y que la conformación de la ACE de la institución se realizó en el mes de mayo de ese mismo año, pero de manera irregular porque los miembros que figuran en el acta son docentes. En esa ocasión se nombró como presidenta a la señora Digna Carolina Lovera.
La directora indicó que en el mes de abril del año en curso presentaron renuncia por escrito todos los miembros de la ACE por incompatibilidad con la presidenta, por lo cual se decidió crear una comisión de apoyo con el visto bueno de la Supervisión Administrativa hasta tanto sea electa una nueva comisión directiva para lo cual se llamará a Asamblea Extraordinaria el 11 de agosto del año en curso.
“Nunca hubo dos ACE, y nunca manejé dinero alguno de la cooperadora. La ACE que hubo quedó sin miembros, excepto la presidenta, por lo cual se conformó la Comisión de Apoyo hasta que se haga la asamblea de elección”, dijo.
Taller desmantelado En cuanto a la denuncia de supuestamente haber desmantelado un taller técnico, por valor de G. 300 millones, la directora explicó que trasladó a un depósito herramientas industriales de más de 40 años de antigüedad que jamás se utilizaron en la institución y que ocupaban un salón, ante la necesidad de brindar un espacio seguro a los alumnos cuyas aulas están en peligro de derrumbe.
“El supuesto taller de 300 millones estaba arrinconado en el salón. Era depósito de todo tipo de materiales que estaban en desuso y en mal estado. Son nueve maquinarias con una antigüedad de más de 40 años según manifiestan docentes antiguos y vecinos del lugar, que jamás se utilizaron, porque la insitución nunca contó con un bachillerato industrial. Estas máquinas las reubiqué en otro salón más pequeño y convertí el salón grande en dos aulas a la espera de la reparación de las tres aulas que están en peligro de derrumbe”, indicó.
La institución cuenta con más de 600 estudiantes y precisa con suma urgencia de seis aulas que están en proceso de licitación por parte de la municipalidad local. Varios alumnos dan clases en los pasillos y en el patio de la institución.