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Nino Méndez, abogado de Delvalle, presentó denuncia este martes ante la CIDH, dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA), alegando que hubo violaciones en los derechos procesales que tiene una persona que afronta a la justicia.
Argumentó que su defendido fue condenado por narcotráfico en base a “dichos de informantes” que acusaban a Delvalle de ser el dueño de los más de 2.000 kilos de marihuana prensada en Chaco’i, incautada en 2010 por la Secretaría Nacional Antidroga (Senad).
“A él no le encontraron con la droga, fue condenado por dichos de informantes que decían que él era el dueño, que sería traficado en el exterior, sin que exista otra prueba que los informantes de la Senad. Si el informante compareciera, sería válido, pero si se condena porque supuestamente un informante dijo, entramos en un terreno fangoso y vamos a condenar a inocentes, como ya se dio”, explicó el abogado Méndez.
Recordó que su cliente fue detenido por agentes de la Senad en Asunción y desde allí fue llevado hasta el lugar donde se encontraba la droga.
Explicó que ahora aguardan que la comisión admita la denuncia presentada, ya que su cliente agotó todas las instancias en el país. Si la denuncia es admitida, se pedirá al Estado paraguayo que presente informes del caso, y, de no llegar a un acuerdo amistoso, el caso será elevado a la corte internacional.
El “rey de la marihuana” había sido detenido en noviembre de 2010, cuando la Secretaría Nacional Antidrogas incautó 14 tambores cargados con más de 2.000 kilos de marihuana prensada. En ese entonces, el ahora recapturado ya era investigado por el secuestro del joven Cristian Schaerer, ocurrido en 2003.
Sin embargo, a inicios del 2011, Delvalle logró “escapar” del penal de Tacumbú mediante una resolución falsificada, que derivó en la de un relator de tribunal y del abogado del narco. En dicha ocasión un compañero de celda de Delvalle declaró que el narco pagó 700 millones para lograr esa salida de la cárcel.
El prófugo luego había sido capturado en una vivienda ubicada en el barrio Buena Vista de Encarnación, propiedad de su entonces pareja, Mariela Rivarola, exconsejera de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), durante el gobierno de Lugo.