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Tal y como lo habían anunciado algunos pronosticadores, luego de muchas semanas de crecida prácticamente ininterrumpida y de llegar al pico alto de 7,58 metros, el río Paraguay en la capital de Asunción ha ido descendiendo levemente.
El 29 de mayo se llegó a ese nivel y, a partir de dicha fecha, cada día fue bajando entre 2 y 3 centímetros, hasta llegar hoy a los 7,36 metros, de acuerdo a la Dirección Nacional de Meteorología.
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Los bañados de Asunción están bajo agua desde hace varios meses, tras una intensa crecida que obligó a miles de familias a abandonar sus hogares. Lo mismo ocurre en localidades del sur del país, como Alberdi y Pilar, ambas en el departamento de Ñeembucú.
En Pilar, el río lleva aproximadamente seis días oscilando entre 8,91 y 8,92 metros, con tendencia estacionaria. Ante el miedo de que el río se desborde en esta ciudad, los propios pobladores se encargaron de colocar más de 30.000 bolsas de arena al borde de la franja costera.
Por otra parte, el nivel del cauce también comenzó a experimentar un paulatino descenso en la zona norte de la cuenca del Pantanal. En Fuerte Olimpo, Alto Paraguay, en dos semanas las aguas bajaron 14 centímetros.
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