Essap “inauguró” la bicisenda Iturbe

La Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) “inauguró” oficialmente la bicisenda Iturbe al realizar trabajos de reparación en la intersección con Azara. Rompió el pavimento, la pintura y las luces indicadoras. La aguatera niega el hecho.

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La historia de desencuentros entre la Essap y la Municipalidad de Asunción es de no acabar. Ahora operarios al servicio de la primera destruyeron un sector de la bicisenda Iturbe incluso antes de que esta sea habilitada. 

En su defensa, la Essap posteó en sus redes sociales fotos que mostraban a los obreros reparando caños subterráneos, sobre Azara, a metros de la bicisenda sobre Iturbe. Apenas pasaron unos minutos para que otros tuiteros respondieran con fotos en las que se ve a los trabajadores sobre la franja amarilla pintada para señalizar el cruce de bicilcetas. 

Así, la aguatera estatal “inauguró” la incipiente obra que ya generó muchas críticas aunque todavía no fue habilitada. 

Ni bien se las difundió entre los usuarios de redes sociales, la Essap respondió negando que hayan roto la calle en el mismo sitio de la ciclovía. Argumentaron que “los trabajos de reparación no afectaron a la bicisenda”, y aseguraron que “ya se coordinó con la Municipalidad de Asunción para el recapado del lugar intervenido”, dijeron.

De todos modos, los ciudadanos siguieron opinando que les parece un sinsentido que la Essap destruya lo que la Municipalidad construyó. Se preguntan si no es posible planear mejor las gestiones, y hacer los arreglos antes de concretarse el proyecto de bicisenda.

 

Jero Buman, un ciclista asunceno que se hizo conocido en el 2017 cuando recorrió en bicicleta y sobre el trazado de la vía del tren la distancia que separa la capital del país con Encarnación, manifestó tristeza porque dijo que esta era “una gran oportunidad para que en Asunción tengamos bicisenda” y solucionar así el tránsito vehicular.

Buman hizo un Facebook Live en el que lamentó haberse encontrado con “la triste realidad de que todas esas ventajas no se están dando en esta oportunidad”.

Lo que más le duele, dijo el ciclista, es que incluso las autoridades se reunieron con la comunidad ciclista y aún así han terminado decepcionados.

Los que buscan tener este tipo de espacios “parecemos ante la comunidad unos locos caprichosos que quieren su bicisenda para molestar”. Sin embargo, dijo, no se trata de molestar, sino de mejorar la calidad de vida y del tránsito. “Somos muchos los que nos manejamos en bicicleta por la ciudad”, añadió.

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