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Con globos, banderas y remeras blancas los manifestantes avanzaron sobre la Ruta 3 “Gral E. Aquino”, reclamando el cese de la violencia en el norte.
Las fotografías del empresario ganadero Félix Urbieta y del suboficial de Policía Edelio Morínigo encabezaban la caravana, informó el corresponsal de ABC Color, Omar Acosta.
Varias fueron las personas que tomaron la palabra durante la movilización. Uno de los momentos más conmovedores y a la vez dolorosos fue cuando doña Obdulia Florenciano, madre del suboficial Edelio Morínigo, subió a la tarima y expresó que deseaba por lo menos que le entregaran el cuerpo de su hijo desaparecido.
“Pido encarecidamente que tengan compasión de mí, que den resultados, sean los que sean, aunque Edelio haya muerto igual quiero que me den el cuerpo. El no es un animal para tirarlo”, expresó muy dolida la madre.
En medio de lágrimas, se dirigió a su hijo, a quien garantizó que luchará por esclarecer su caso hasta el final de sus días.
“Edelio hijo voy a luchar por vos hasta la muerte. No voy a dejar impune tu situación. Algún día me llegará tu cuerpo, me voy a arrastrar por vos, te garantizo hijo querido”, expresó Obdulia Florenciano.
Pidió también a todos seguirse preocupando por el Norte “para que otro paraguayo no pase lo que nosotros pasamos”, finalizó.
Por su parte, el intendente de Santa Rosa del Aguaray, Esteban González (ANR) dijo que había tenido muchas esperanzas las semanas anteriores, cuando la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) realizó una intervención importante en la zona diciendo que habían avistado a miembros del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), pero que lamentablemente luego tuvieron que decepcionarse ante la falta de resultados.
Dijo tener fe que en el mes de las madres “dios toque los corazones de esos hermanos que eligieron la lucha armada, que tengan sensibilidad con este familia y que seamos liberados los norteños”, expresó.
También hizo uso de la palabra Liliana Urbieta, una de las hijas de don Félix, quien contó que desde que se llevaron a su padre no han podido conciliar el sueño sabiendo que él no dormía en el hogar.
“Una esposa y dos hijas esperando, nietas añorando volver a ver a su abuelo, hace más de un año que no tenemos noticias”, dijo muy conmovida la joven, al tiempo de rogar a los captores por una confirmación sobre la vida de Félix Urbieta. “Aún tenemos esperanzas de que regrese con nosotros”, dijo.
La doctora Rosana Oviedo de la organización Unidos por la Paz en el Norte, manifestó preocupación por la revictimización de los secuestrados que fueron liberados. “Ellos no merecen ser objeto de investigaciones ni indagaciones”, dijo.
Manifestó también el deseo de los pobladores de sentirse “seguros y orgullos con el trabajo de la FTC con acciones concretas y resultados positivos”.
Cornelio Penner, vocero menonita de la organización Unidos por la Paz en el Norte, dijo que la población se pregunta “por qué nos secuestran si somos gente trabajadora y sacrificada”. Manifestó que como pobladores exigen su derecho a la seguridad.