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El primer imputado fue Alberto Zavala, quien se encontraba en el lugar donde se produjo la balacera, sin embargo resultó ileso. Según los investigadores, estuvo sentado junto a Magdaleno en el momento que se produjo el atentado, pero el fiscal Jacinto Martínez lo imputó por obstrucción a la investigación.
El fiscal decidió imputarlo luego de que preste declaración, debido a que tuvo varias contradicciones. El hombre había contado en un primer momento que pasó por el lugar donde ocurrió el crimen al ser llamado por el propio Magdaleno, quien le ofreció ganado en venta. Sin embargo, luego esta versión cambió.
El agente fiscal indicó que “él (Zavala) estaba en el lugar del hecho y se escapo del lugar, no vino a colaborar. Tuvimos que detenerlo ayer, no se presentó en forma voluntaria”, relató. Además, personas cercanas a Silva dijeron a los investigadores que Zavala no era amigo del exdiputado ni tampoco hacía negocios con el ahora fallecido.
El otro imputado es Alcides Fernández Portillo, capataz de la estancia de Cornelio Esquivel, que fue allanada este miércoles en horas de la mañana, por tenencia ilegal de armas.
La estancia denominada “Matías Bell” está ubicada a unos cinco kilómetros de Yby Yaú y es una de las 10 casas con que cuenta Cornelio Esquivel en dicha ciudad. El hombre surge como el principal sospechoso del atentado que costó la vida a Magdaleno Silva, a su hijo Fernando y a los ganaderos Félix e Isaac Peña.