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La polémica legisladora cartista, muy allegada a “Neneco”, llegó a estar en el ojo de la investigación tras el asesinato del corresponsal de ABC Color; sin embargo, nunca prosiguieron las pesquisas, ya que la fiscala Sandra Quiñónez aseguró en enero de 2016 que no existían suficientes elementos para vincularla al proceso.
Estas declaraciones fueron ofrecidas en torno a llamadas telefónicas que mantuvieron la diputada y el exintendente de Ypejhú dos días después del atentado. Fueron tres llamadas que intercambiaron, totalizaron 11 minutos y 59 segundos y se produjeron instantes después de que una comitiva fiscal-policial allanara una propiedad de “Neneco”. El contenido de dicha comunicación nunca fue aclarado.
Otros testigos convocados por el Ministerio Público son el comisario Críspulo Sotelo –antes de asumir como comandante de la Policía Nacional– y el comisario Gilberto Fleitas, uno de los primeros investigadores del asesinato.
Vilmar Acosta Marques está acusado de homicidio doloso en grado de instigación, mientras que su hermano Wilson –prófugo– y el sobrino de ambos, Flavio Acosta Riveros –con proceso de extradición desde Brasil– están señalados como los autores materiales del asesinato.