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Por lo mencionado, a muchos les sobran motivos para pensar que, en una fecha como ésta, varias cosas malas podrían ocurrir. No obstante, estas afirmaciones son solo mitos.
Por otro lado, existen otras creencias como la de no abrir el paraguas bajo techo. Esto se remonta a la época en que los reyes orientales y africanos lo usaban sólo a modo de sombrilla, para protegerse de los rayos solares. Debido a su conexión con el astro rey, abrirlo en un lugar sombreado era considerado un sacrilegio, según el portal digital Central Esotérica.
En cuanto a romper un espejo, es probable que esto obedezca a la idea de que nuestro reflejo es otra versión del original y, si causamos desperfectos en el mismo, hacemos daño a nuestra propia imagen. Así, dañar el espejo equivaldría a hacer lo mismo con el alma.
En la Edad Media, las brujas convirtieron al gato negro en un elemento imprescindible para efectuar sus rituales y hechizos. Hoy en día, los supersticiosos temen al gato negro que se cruza en su camino. Este hecho representa el conflicto que existía entre la Iglesia, la cruz y las prácticas paganas de la brujería.