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“No son los presos que tienen que comprobar su inocencia, sino los fiscales y jueces que tienen que comprobar su culpabilidad si las hay”, reza la nota remitida por el monseñor Lucio Alfert, del Vicariato Apostólico del Pilcomayo, instando a las autoridades a definir este caso, en el que los presos llevan una extendida huelga de hambre desde hace casi dos meses.
Los presos de Curuguaty -Rubén Villalba, Néstor Castro, Felipe Benítez Balmori, Adalberto Castro y Arnaldo Quintana- están acusados por tentativa de homicidio doloso e invasión de inmueble. Todos realizan exigiendo un arresto domiciliario con la medida de fuerza asumida.
La nota fue dirigida a los miembros del Tribunal de Sentencia de la ciudad de Salto del Guairá.
Por su parte el Pedro Junbinville, obispo de San Pedro, en su nota expresa su preocupación “por la vida de estas personas” teniendo en cuenta que la salud de los cinco está en riesgo debido al largo periodo sin alimentación.
En este sentido, Rubén Villalba, estuvo hospitalizado en el Hospital Militar, por una descompensación que sufrió el pasado 26 de marzo.
“Ruego encarecidamente a su honorable Tribunal de conceder su aprobación a este pedido de libertad condicional presentado por la defensa” continúa el pedido del prelado.
Según la acusación del fiscal Jalil Rachid, estas personas estuvieron involucradas en el enfrentamiento entre policías y campesinos que ocurrió en Marina Cué, Curuguaty, la mañana del 15 de junio de 2012. En la ocasión, fallecieron seis uniformados y 11 civiles.