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Francisco Alvarenga, el destituido comandante de la Policía, y su esposa, Mirtha Rotela, fueron imputados por la comisión del supuesto hecho punible de enriquecimiento ilícito. Así lo señaló a ABC Color el fiscal Aldo Cantero, uno de los dos representantes del Ministerio Público que llevan adelante la investigación.
Cantero señaló además que se solicitó al juzgado penal de garantías la prisión para ambos. El fiscal explicó que la investigación forma parte del escándalo del millonario desvío de fondos para combustibles en la Policía, pero que en este caso particular hace referencia a la parte patrimonial de ambos imputados.
Esta es la segunda imputación que pesa sobre el ex jefe máximo de la Policía Nacional. La primera había salido a la luz en mayo pasado, cuando aún estando en ejercicio fue imputado por lesión de confianza en el marco de la investigación de los millonarios desvíos de dinero que debía ser destinado a la compra de combustibles para las fuerzas del orden.
Alvarenga se había convertido en el primer caso en la historia del Paraguay en el que un Comandante de la Policía en ejercicio era imputado por un caso de corrupción.
La investigación del desvío de los fondos había salpicado inicialmente al suboficial Roberto Osorio y a su jefe directo, el comisario Juan Mendoza. Pero todo el esquema no podía funcionar sin la autorización del número uno de la Policía Nacional, el comandante Francisco Pastor Alvarenga, por ello los fiscales Aldo Cantero y Luis Piñanez decidieron imputarlo.
Una investigación realizada por un equipo periodístico de ABC Color reveló además que Alvarenga y su esposa llevaban una vida de lujo que no condecía con el ingreso de ambos. Además de una gran casa en Capiatá, el ex jefe policial poseía varias estancias, departamentos y era propietario de varios caballos finos, entre otras propiedades. Junto a Alvarenga, varios altos mandos también llevaban una vida llena de lujos.