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La legisladora dijo a ABC Cardinal que la propuesta de declaración profamilia es una promesa que hizo a su electorado. “Fue una de las propuestas de los discursos que de corazón daba. Todos saben que no soy política, no hago política partidaria, me gusta la política humanitaria y social. Una de las promesas que hice fue defender la vida y la familia. Esto nació de mi corazón”, dijo.
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Mencionó que “es incuestionable el valor de la vida. Desde el momento de la concepción ocurre ese milagro” y agregó que su propuesta “llega mucho más allá de lo que me puedan entender”.
Con respecto a las críticas, manifestó que no se trata de una iniciativa de tinte religioso, ya que asegura no estar vinculada a la religión. “Yo no creo en la religión; sí creo en la relación con un ser superior. Hace varios años tuve un encuentro con el ser que da la vida y eso me produjo un cambio. Nada que ver con una ideología religiosa; sí creo en la biblia”, se defendió.
Pese a la controversia desatada por su propuesta, expuso que no la va a retirar. “Es una condición profunda que siento”, enfatizó.
Sostuvo que no solo defiende el modelo tradicional de familia "mamá, papá e hijos", sino el núcleo familiar, ya que es muy común que en la actualidad alguno o los dos progenitores estén ausentes.
Aseguró que el modelo actual de familia es disfuncional, ya que “hemos perdido nuestros valores y principios y lo único que espero con mi alma es que volvamos al diseño original. Tenemos que vivir una vida de armonía, ese diseño en el cual podemos relacionarnos los unos con los otros en el núcleo de la familia”.