Puente “reflota” esperanzas de cientos

Un grupo de arquitectos y voluntarios volcaron su creatividad y conocimientos en un proyecto que hizo que cientos de familias afectadas por las inundaciones vuelvan a tener esperanzas. Un puente flotante eliminó el aislamiento de una comunidad completa.

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Dos meses enteros, cerca de 300 familias ubicadas en la zona baja, cercana al Parque Caballero, se quedaron aisladas por la crecida del río Paraguay. Miembros de la Pastoral Social Arquidiocesana, a través del Centro Comunitario Chacarita, vieron el problema y buscaron la manera más rápida para solucionarlo.

Niños que tenían que ir a la escuela, madres y padres que debían salir a trabajar, o representantes de instituciones que debían hacer llegar la ayuda a las familias afectadas, debían hacer un camino a pie de dos a tres horas, ya que tenían que rodear la comunidad para llegar, porque el camino directo de está cubierto por el agua.

El problema llegó hasta el colectivo Aqua Alta, que es un grupo de arquitectos de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción (UCA) que se unió en marzo de este año, pero para participar de la exhibición de arquitectura Bienal de Venezia, que se realizó en mayo, en Italia.

El Bienal de Venezia es una exposición internacional, y este año por primera vez Paraguay participó con un proyecto. Fue representado por seis arquitectos de Aqua Alta y otros 33 estudiantes de arquitectura de la UNA y de la UCA. Sonia Carísimo fue una de ellas, y contó ABC Color que a pesar de la relevancia del encuentro, no recibieron mucho apoyo del Gobierno para ir. Luego del viaje, el colectivo se mantuvo unido.

El grupo ya consolidado y buscando colaborar con proyectos sociales, preguntó a la Pastoral Social cómo podrían ayudar en el problema de las inundaciones. “Necesitamos un puente para esta comunidad”, dijeron a los jóvenes.

Los profesionales estudiaron el problema, y vieron que la única solución era un puente de cien metros sobre el agua. Sin embargo, no había muchos recursos como para hacer una gran inversión, y además, el tiempo apremiaba.

Reutilizar materiales que tenían a mano, como tanques de plásticos, puntales de madera y otros materiales que la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) había entregado a los damnificados, fueron la base para diseñar el puente flotante. Se probó entonces el prototipo en uno de los talleres de los arquitectos.

El martes 1 de julio convocaron voluntarios y más estudiantes de arquitectura a una reunión en el Centro Comunitario Chacarita. Al día siguiente, ya pusieron manos a la obra. El viernes a las 18:00 terminaron de construir el puente. Horas de trabajo y mucha creatividad permitieron finalmente que las más de 300 familias puedan nuevamente salir de su comunidad rodeada de agua.

Carísimo contó que están pensando diseñar baños, escuelas y casas de emergencia, para poder seguir ayudando a los damnificados, quienes logran construir como pueden sus casas provisorias, que lógicamente, no son seguras. El problema ahora mismo, es que necesitan un lugar para poner a prueba los prototipos y poder luego desarrollarlos.

“Estamos muy interesados en armar algo más organizado, queremos tener gente que quiera ayudar”, manifestó. Todos los estudiantes de arquitectura que quieran ayudar o bien, personas que quieran asistir como voluntarios, deben estar atentos a las próximas convocatorias que se harán a través de la fanpage en Facebook: Workshop Aqua Alta.

El día que terminaron el puente fue muy emotivo, recuerda Sonia. Los damnificados dedicaron algunas palabras de agradecimiento a todo el equipo. “Algunos se pusieron a llorar... Fue un cambio muy importante en sus vidas”, dijo.

En todo el país, hay más de 200.000 personas afectadas por las crecidas de los ríos. Asunción es una de las zonas más afectadas por este fenómeno, junto con el departamento de Ñeembucú (región Oriental) y gran parte del Chaco.

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