Sierra León: Población olvidada en el tiempo

BAHIA NEGRA. Son unas 25 familias que viven en medio de la miseria y el abandono de las autoridades en la localidad de Sierra León, a escasos kilometros de la frontera con Bolivia y a más de 300 kilómetros de Mariscal Estigarribia.

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La mayor parte del año sus caminos están intransitables. Las familias no cuentan con servicios de energía eléctrica y agua potable. Una heroica enfermera busca realizar milagros a la hora de encontrar cura para los enfermos, ya que buscar evacuar a los pacientes hacia el hospital de Mariscal Estigarribia se convierte en todo un desafío atendiendo la precariedad del camino.

El año pasado consiguieron en donación una ambulancia utilizada en estos casos, sin embargo carecen de chofer debido a la escasa paga de parte del Ministerio de salud.

Doña Ramona Jara, presidenta de la comisión de desarrollo del lugar, nos comentó que desde hace meses busca contactar con el gobernador Jose Domingo Adorno (ANR) o el intendente de Bahía Negra Joao Ferrerira (ANR), a fin de conseguir algún tipo de asistencia estatal. Sin embargo los intentos son en vanos ya que no atienden sus teléfonos.

Necesitan con urgencia kit de víveres pues la sequía destruyó las pocas plantaciones de cultivos que tienen para el sustento familiar. A diferencia de otras zonas del departamento, en esta región ubicada hacia el norte las lluvias fueron insuficientes hasta la fecha, ya que ni siquiera se pudo completar los 60 mm.

"Tenemos un camioncito comunitario con el cual solemos traer las mercaderías o llevar nuestros productos para comercializar. Sin embargo debido a las malas condiciones del camino el vehículo se encuentra con desperfecto mecánico desde el mes de octubre", dijo la mujer.

"Con este camión también realizamos el acarreo de agua para los hogares desde un tajamar ubicado a casi tres kilómetros de distancia. Cada familia tenemos nuestro pedazo de tierra en la colonia y sentimos cariño por el lugar a pesar de las numerosas necesidades sociales que a diario padecemos por esa razón, nos aferramos al sitio y no queremos abandonar. Solo necesitamos la asistencia de nuestras autoridades", mencionó la pobladora.

"Somos guardianes de la frontera de este lugar sagrado que costó la vida de cientos de compatriotas para que siga siendo nuestro este terruño chaqueño", enfatizó, distante a solo 20 kilómetros de la frontera con Bolivia.

 

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