Un año de Carolina y la historia se repite

Este viernes se cumple un año de la muerte de Carolina Marín, el caso más insigne de estas víctimas silenciosas que son las “criaditas”. Este aniversario se rememora en medio de dolor de la espera por una condena y un caso nuevo de tortura casi mortal.

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La historia se repite y la lección no se aprende, pese a que hace casi un año una pequeña perdió la vida, víctima de la violencia de personas que supuestamente deberían haberla cuidado. Se trata de Carolina Marín, que a sus 14 años, un 20 de enero, hace un año este viernes, conoció la muerte presumiblemente a manos de su “tutor”, el exmilitar Tomás Ferreira y la criminal omisión de auxilio de la esposa de éste, Ramona Melgarejo.

El hombre la golpeó tan fuerte que quebró a la niña por dentro -se cree mediante golpes con una rama de guayabo- e hicieron caso omiso a su dolor, hasta que ya fue muy tarde y la niña no aguantó las lesiones, muriendo lentamente por las heridas internas camino al Hospital de Caaguazú, desde la alejada Vaquería donde vivía.

En este caso, la Corte ya aprobó las pruebas y se espera que tras la feria judicial pase a juicio oral y público. La pareja acusada guarda reclusión en el penal de Caaguazú. En paralelo, hoy, se registra un nuevo caso: el de una niña de 15 años en Pedro Juan Caballero, que, además de ser abusada por su tutor, fue obligada por la mujer de éste a ingerir líquidos corrosivos. Pese a la tortura, la pequeña se recupera lentamente en el Hospital del Trauma en Asunción, pero evidentemente tendría secuelas.

“En este caso (de Pedro Juan Caballero), otra vez se evidencia la falta de institucionalidad en nuestro país. Es tan indignante, es tan terrible que uno hace los paralelos de todo el dinero que se está gastando y la estructura que se está colocando para el tema de la enmienda y la reelección; pisotean la institucionalidad del país, pero no logran que siquiera las instituciones de protección al ciudadano funcionen”, indicó Norma Duarte, una de las representantes de la organización “Ni una Carolina más”.

La misma realizará el viernes un acto en Vaquería, pero también intervendrá en este nuevo caso de Pedro Juan Caballero. Cuestionó duramente a la Codeni, la Secretaría de la Niñez y Adolescencia y al Juzgado. “Evidentemente, ella estaba en la más absoluta indefensión, sin ninguna institución que la protegiera. Es tan indignante porque decís que utilizan tanto dinero, tanta estructura para defender los intereses propios de los gobernantes y los políticos y no logran que las instituciones básicas funcionen. Ya ahí te das cuenta de las prioridades que tiene un Estado”, reprochó.

Lamentó que, si bien la condena a los responsables del caso Carolina está bien encaminada, aún no se haya dictado como un ejemplo para otros casos. ”Fijate que el caso de Carolina primero se caratuló como homicidio culposo, como un accidente. Si no se hubiera intervenido, hubiera terminado así”, lamentó.

Si bien la mujer fue la que atacó a la pequeña en el caso de Pedro Juan Caballero, Duarte pidió igual pena para el hombre, también por el cargo de intento de homicidio, sumado a una condena por violación. ”Sin ningún tipo de duda y discusión es abuso sexual, es una violación y fue abuso sexual porque tiene 15 años y no está en condiciones, según la ley y según todo el marco para proteger a las niñas, de dar su consentimiento. Estaba en una situación de sumisión: ella era la empleada y él era el patrón”, remarcó.

Al hablar de criadazgo, normalmente se menciona una cifra de 47.000, que genera la alarma sobre este problema a nivel nacional. Sin embargo, la cifra sería mucho mayor; por ende, el drama mucho más grande.

Ese “es el registro que se hacía en la escuela, eso se dejó de implementar. Lo que se llegó a recabar es que había casi 47.000 criaditas con las cuales tenemos un montón de años que no se registraron y un montón de niñas que no van a la escuela”, expresó.

Igualmente abogó por un cambio de mentalidad de la ciudadanía con respecto a esta práctica, que, supuestamente con el afán de ayudar a pequeños y pequeñas, únicamente los mantiene una situación de casi “esclavitos”. Pidió denunciar los casos y a las instituciones actuar ante los mismos.

Finalmente, dijo esperar que la condena del caso Carolina Marín sea ejemplificadora para las personas que incurren en esta práctica y, por sobre todo, que sea una señal del Estado de que ya no se tolerarán este tipo de abusos y violaciones de derechos.

Este viernes, a las 18:00, se prevé una reunión de protesta entre todas las autoridades municipales y la presencia del Ministro de la Niñez y Adolescencia, Ricardo González, así como de todas las organizaciones sociales frente a la casa de la pareja acusada por el caso Carolina Marín, para luego dirigirse hasta la Iglesia y exigir justicia.

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