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La polémica surgió a partir de una fotografía viralizada en las redes sociales, en la que se veía a dos estudiantes exhibir orgullosas una tesina en la que calificaban a la homosexualidad como un trastorno. El trabajo, supuestamente estudiaba las características de la caligrafía de personas con “trastorno homosexual”, a pesar de que este no es un trastorno.
Además, tras la publicación de la joven se descubrió algo aún más grave: la licenciatura en Criminalística y Ciencias Forenses literalmente no existe en la Unichaco.
Tras los hechos, la universidad emitió un comunicado en el que aseguró que la tesina presentada por las estudiantes se ajusta a los criterios metodológicos, y afirman que “en ningún momento se supuso la mala intención de ofender, menoscabar ni agredir a ninguna persona”.
Aclararon que la investigación de las universitarias se basaron en un estudio de grafismo a fin de determinar “aspectos tendenciales” de las personas, pero explican que con esto no se busca “encasillar conducta alguna”.
Finalizan pidiendo disculpas a quienes se pudieron haber ofendido por la percepción que causó el título de la investigación, y explican que solo se trató de “un error semántico”, pero que el contenido del mismo “no está vinculado a ninguna clase de investigación”.
Pese a que aclaran que la Universidad del Chaco fue creada por Ley Nº 3919 en el año 2009. Sin embargo, el Consejo Nacional de Educación Superior aprobó recién el año pasado las carreras de Licenciatura en Administración de Empresas, Derecho y Contaduría Pública, según se hace constar en las resoluciones 522, 523 y 524 del documento de Resoluciones de Aprobación y atualización referentes a Instituciones de Educación Superior del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones).
La licenciatura en Criminalística y Ciencias Forenses literalmente no existe en la Unichaco.
La carrera de la que egresó Olmedo dura casi cinco años y la cuota es de G. 270.000. Unichaco también ofrece una especialización en Criminalística y Ciencias Forenses, además de una maestría por la que se paga mensualmente G. 500.000. Ninguna de estas carreras está aprobada por el Estado.