Cargando...
La industria del cáñamo y el cannabis industrial en Paraguay está en plena expansión, con un crecimiento constante en las exportaciones y la consolidación del país como un proveedor clave para mercados internacionales. Recientemente, un hito clave marcó la industria: Argentina ha mostrado interés en importar productos terminados derivados del cannabis industrial paraguayo, lo que se suma a la demanda creciente desde Brasil y otras naciones. Esta coyuntura representa una oportunidad sin precedentes para Paraguay y su industria cannábica.
El doctor Marcelo Demp, presidente de la Cámara de Cáñamo Industrial del Paraguay (CCIP), explicó a ABC Negocios que la llegada de una comitiva argentina a territorio paraguayo confirma el interés del vecino país en abastecerse de productos cannábicos de alta calidad. “Hace días estuvo acá una comitiva argentina interesada en que Paraguay sea su proveedor de productos terminados para Argentina. Cortaron todo lo ilegal y van a empezar desde cero, eso les va a llevar tiempo”, detalló.
Lea más: Plantean transición controlada hacia la legalización del cannabis de “uso adulto” en el mercado
El interés argentino surge luego de que la administración de Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, tomara medidas para regular el mercado de cannabis en el vecino país. Hasta hace poco, muchas asociaciones y ONG aprovechaban la figura del cannabis medicinal para abastecer un mercado de uso adulto de manera no regulada.
Con la reestructuración de esta industria en Argentina, el país requiere ahora un proveedor confiable y legal. Paraguay se perfila como el candidato ideal, gracias al creciente trabajo gremial y la evolución de las empresas que desarrollan productos derivados del cáñamo y el cannabis, lo que puede llegar a convertir este escenario en un gatillo dinamizador del comercio exterior. Si bien el área de siembra es todavía incipiente a nivel local, oportunidades como estas pueden generar una aceleración en el desarrollo de los cultivos.
Una oportunidad inigualable
Este interés de Argentina refuerza la posición de Paraguay como un exportador clave en la región. Actualmente, Brasil ya importa productos derivados del cáñamo industrial paraguayo, incluyendo suplementos proteicos y alimentos para animales. “Seremos el primer país de la región en abastecer a un mercado internacional para animales con suplementos proteicos derivados del cannabis”, resaltó Demp.
El potencial de crecimiento es enorme. Si bien Paraguay exporta productos a más de 15 países, incluyendo Australia, Canadá, Estados Unidos, Costa Rica, España, Lituania y, más recientemente, Suiza, el país ya llegó a más de 30 destinos en su perfil histórico. Precisamente, la noticia más reciente fue la exportación de la flor “Kuñataĩ” a Suiza, lo que representa un nuevo mercado con una demanda creciente. Este envío inicial de cuatro toneladas por un valor de US$ 6 millones fue un paso clave para demostrar la capacidad de Paraguay de cumplir con las regulaciones y requisitos internacionales.
“Ahora están apareciendo otros clientes en Suiza y hemos hecho una búsqueda en la que identificamos al menos 23 compradores interesados en importar flores de cannabis de Paraguay”, comentó el presidente de la CCIP. “Esto se está convirtiendo en un negocio de escala y Paraguay tiene la capacidad de satisfacer esta demanda”.
Lea más: Cannabis: proyecto de ley apunta a replicar modelo de negocio internacional
Expansión del sector
Además del interés de Argentina y Brasil, Paraguay también ha captado la atención de otros mercados, como Alemania. En colaboración con la embajada paraguaya en Berlín, se han iniciado gestiones para exportar flores de cannabis a Alemania, un país que ya ha legalizado el uso del cannabis bajo regulaciones estrictas. “Alemania comercializa todo a través de dispensarios habilitados, y Paraguay tiene la oportunidad de posicionarse como un proveedor confiable y seguro para este mercado”, afirmó Demp.
Este acercamiento con Alemania podría replicarse en otros países europeos, como los Países Bajos y Austria, donde también existe una creciente demanda de productos derivados del cáñamo industrial. Países como Suiza han demostrado que la demanda de productos derivados del cáñamo sigue en ascenso y que el potencial de Paraguay para exportar a más mercados en la región es enorme.
A medida que más países europeos regulan su mercado de cannabis, Paraguay podría establecer acuerdos comerciales a largo plazo con diferentes industrias del sector. Además, al contar con un clima favorable y costos de producción más bajos en comparación con otros países productores, se vuelve aún más competitivo en el mercado global.
Mercado local y áreas de siembra
Si bien la exportación ha sido el principal foco de la industria, el mercado local del cáñamo en Paraguay también presenta oportunidades de crecimiento. En la actualidad, se cultivan legalmente entre 2.000 y 2.500 hectáreas por cada zafra, lo que representa apenas una fracción del potencial total del país. Sin embargo, el objetivo a mediano plazo es alcanzar al menos 10.000 hectáreas bajo una producción regulada.
Las áreas de cultivo se distribuyen en al menos 14 de los 17 departamentos del país, lo que evidencia su expansión territorial. En estos territorios, los agricultores han comenzado a incorporar prácticas de siembra más eficientes, como el riego por goteo, que permite reducir la dependencia de las lluvias y mejorar el rendimiento de los cultivos.
El doctor Demp enfatizó la importancia de una estrategia integral para impulsar la producción. “Se necesita una pequeña inversión en infraestructura para garantizar un cultivo exitoso. No podemos simplemente dar la semilla y esperar que se maneje solo; se debe acompañar al productor con asistencia técnica y acceso a crédito”, mencionó.
Hacia un modelo sostenible
Uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de la industria en Paraguay es la implementación de un modelo regulado que garantice la seguridad y sostenibilidad del sector. Actualmente, los cultivos de cáñamo industrial son supervisados por entidades como el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), lo que ha permitido establecer un marco normativo sólido.
Sobre el punto, Demp explicó que la legalización controlada permitiría no solo incrementar la producción, sino también asegurar que la comercialización se realice de manera fiscalizada. “Lo que buscamos es evitar que el mercado negro siga prosperando. Con una regulación clara, el Estado podrá recaudar impuestos y se eliminarán los intermediarios ilegales que perjudican tanto a los agricultores como a los consumidores”, afirmó.
Otro aspecto clave de esta regulación es la implementación de un sistema de trazabilidad que permita monitorear la producción desde la siembra hasta la comercialización. Esto garantizará que los productos exportados cumplan con los estándares internacionales y refuercen la reputación del cáñamo paraguayo en el extranjero.
Brasil, un mercado clave
El vecino país, Brasil, se perfila como el mayor mercado para el cannabis industrial paraguayo. Recientemente, este aprobó una legislación que permite el porte personal de hasta 40 gramos de marihuana para uso propio. Esto significa que cualquier brasileño podrá adquirir productos de uso adulto en Paraguay y llevarlos legalmente a su país. “Hoy somos el proveedor ilegal. Con esta legalización podríamos convertirnos en el proveedor legal”, enfatizó Demp.
Este cambio de paradigma podría traducirse en una transformación económica. Paraguay podría aprovechar su estructura industrial y sus costos de producción competitivos para atender una demanda que ya existe. Con dispensarios en constante expansión – se abren tres o cuatro nuevos por mes – y una infraestructura en crecimiento, el país tiene la posibilidad de convertirse en un hub regional del cannabis industrial.
Además, la integración con el mercado brasileño podría facilitar la creación de nuevas oportunidades comerciales para pequeños productores paraguayos, permitiéndoles acceder a mercados de alto consumo con productos certificados y fiscalizados.
Un año de consolidación
En este 2025 Paraguay se encuentra ante una coyuntura histórica. Con un mercado global en expansión, una estructura industrial en crecimiento y un interés creciente de países como Argentina, Brasil y Alemania, la industria del cannabis podría convertirse en uno de los principales motores económicos del país a futuro.
Hoy el escenario se muestra sumamente auspicioso, especialmente para los productores, que pueden llegar a generar un promedio de G. 190 millones por hectárea cultivada cada cuatro meses, lo que equivale a aproximadamente US$ 25.000 por zafra. Las condiciones climáticas de Paraguay permiten hasta dos zafras al año, lo que podría representar un ingreso de hasta US$ 50.000 anuales para una familia productora. La clave para aprovechar esta oportunidad sin precedentes radicará en una regulación adecuada, un control eficiente y una inversión estratégica en el sector.
Un diálogo con Demp
- ¿Cómo ha evolucionado el área de siembra en los últimos años?
El área de siembra varía año tras año dependiendo de numerosos factores, como el interés de los productores o los permisos emitidos por el MAG. Actualmente se produce el cannabis industrial en 14 de los 17 departamentos del país, mientras se cultivan legalmente entre 2.000 y 2.500 hectáreas por cada zafra.
- ¿Cuántas empresas forman parte de la Cámara?
La CCIP cuenta hoy con unas 30 empresas, que están distribuidas entre licenciatarias, fábricas industriales, firmas de producción agrícola y, también, dispensarios. Ya existen más de 25 dispensarios a nivel país, mientras se habilitan de tres a cuatro por mes, durante todo el año.
- ¿Qué variedades de productos y subproductos se comercializan desde el gremio?
Se comercializan cerca de 200 productos terminados que van desde la categoría de alimentos, cosméticos, suplementos, fitoterapéuticos, para consumo animal, entre muchos otros.
- ¿Cuánto volumen mueve la industria local cada año?
A la fecha se han exportado unas 1.000 toneladas de materia prima desde que inició el rubro en el 2019. Principalmente, la materia prima procesada se traduce en flores, fibras y semillas.
