Formación para el cambio: la apuesta de la Universidad Americana

Con una propuesta educativa dinámica, la Universidad Americana apuesta por la empleabilidad, la internacionalización y la tecnología como ejes de transformación. Su rector, Sergio Duarte, destaca un modelo de gestión que combina eficiencia organizacional con un fuerte compromiso social.

La UA parte de una visión clara: ofrecer una educación conectada con la realidad del país y del mundo.
La UA parte de una visión clara: ofrecer una educación conectada con la realidad del país y del mundo.

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En un entorno donde el mercado e industrias avanzan a pasos acelerados, las universidades enfrentan el desafío de formar profesionales no solo preparados para el presente, sino listos para adaptarse a un futuro cambiante. En Paraguay, la educación superior privada ha asumido un papel clave en este proceso de reinvención, respondiendo a nuevas demandas del mercado, a estudiantes más exigentes y a una realidad laboral que exige habilidades prácticas, pensamiento crítico e innovación constante.

Frente a este contexto, la Universidad Americana (UA) se posiciona como una institución dinámica, con una propuesta educativa centrada en la empleabilidad, la tecnología y la conexión con el sector productivo. Más que otorgar títulos, busca transformar vidas a través del conocimiento, con un modelo de gestión que combina visión académica, agilidad empresarial e impacto social. En sus aulas –presenciales o virtuales– se gesta una nueva generación de líderes preparados para marcar la diferencia.

“La educación debe ir más allá del aula”, afirma Sergio Duarte, rector de la institución.
“La educación debe ir más allá del aula”, afirma Sergio Duarte, rector de la institución.

Formación que transforma

La UA parte de una visión clara: ofrecer una educación conectada con la realidad del país y del mundo. Su propuesta de valor se sostiene sobre un enfoque integral que combina teoría y práctica, con un fuerte compromiso con el desarrollo de competencias profesionales, el fomento del pensamiento crítico y una formación humana orientada a la acción.

“La educación debe ir más allá del aula”, afirma Sergio Duarte, rector de la institución. “Nuestra propuesta se basa en preparar a los estudiantes para los desafíos reales del mundo laboral, combinando conocimientos sólidos con experiencias y prácticas reales”.

En la práctica, esto se traduce en programas académicos dinámicos, metodologías activas, tecnología educativa, prácticas en empresas, orientación vocacional y espacios que estimulan la creatividad, la innovación y el emprendimiento. A través de sus consultorios empresariales y proyectos de extensión, los estudiantes interactúan desde temprano con los problemas reales, lo que les permite desarrollar habilidades clave como el liderazgo, el trabajo colaborativo, manejo de herramientas digitales y la capacidad de adaptación.

Además, la UA pone un fuerte énfasis en la internacionalización, permitiendo a los alumnos acceder a experiencias académicas fuera del país, dobles titulaciones y metodologías como COIL (Collaborative Online International Learning), que amplían su visión del mundo y enriquecen su formación.

Queremos que nuestros egresados no solo tengan un título, sino también las habilidades y la confianza para marcar la diferencia en el mercado laboral”, subraya Duarte. Ese compromiso con la formación transformadora apunta a impactar tanto en la vida de los estudiantes como en el desarrollo del país, fortaleciendo el vínculo entre la universidad, la sociedad y el sector productivo.

Visión empresarial con propósito educativo

Una universidad no solo debe formar profesionales: también debe gestionarse con eficiencia, visión estratégica y capacidad de adaptación. En ese sentido, la Americana se posiciona como una institución con mentalidad empresarial, pero con una fuerte vocación social.

“Desde la gestión institucional apostamos por un modelo dinámico y ágil, que se adapta rápidamente a los cambios del entorno educativo y laboral”, explica Duarte. Esto se refleja en la actualización constante de programas académicos, en la incorporación de tecnología, y en la diversificación de las modalidades de estudio, con opciones presenciales y online de alta calidad.

La sostenibilidad financiera es parte del enfoque, pero no el único objetivo. La institución equilibra su modelo económico con un fuerte compromiso con la inclusión, el acceso a la educación y el desarrollo social. Para lograrlo, implementa estrategias que optimizan recursos, promueven alianzas con el sector productivo y despliegan modelos académicos alineados con las demandas del mercado, sin comprometer la calidad.

En términos de gobernanza, la UA opera bajo una estructura que combina la eficiencia organizacional con la visión académica. “Integrar la innovación, la investigación, la docencia y la internacionalización bajo una misma lógica de calidad educativa es uno de nuestros mayores desafíos y fortalezas”, afirma el rector. El Consejo Académico tiene un rol protagónico en asegurar que cada decisión contribuya a una formación pertinente, sostenible y con impacto.

“Creemos que el futuro se construye con ideas y acción”, resume Duarte.
“Creemos que el futuro se construye con ideas y acción”, resume Duarte.

Tecnología para aprender, enseñar y transformar

En la casa de estudios la innovación no es un concepto superficial: es un pilar transversal que impregna la enseñanza, la gestión y la experiencia de aprendizaje. La institución ha integrado tecnología de vanguardia en sus planes de estudio, no como un agregado, sino como una herramienta esencial para preparar a los estudiantes para un mundo en constante evolución.

Simuladores, laboratorios virtuales, plataformas interactivas y metodologías activas son parte del ecosistema pedagógico que impulsa la UA. “Utilizamos tecnología para enriquecer el aprendizaje desde el primer día”, señala Duarte, quien destaca que la actualización constante de los programas busca alinearse con las tendencias digitales y las nuevas exigencias del mercado laboral.

En paralelo, la universidad apuesta por una formación docente continua. Los profesores son capacitados en nuevas metodologías, herramientas digitales y enfoques pedagógicos innovadores, con el objetivo de convertirse en facilitadores del aprendizaje más que en transmisores tradicionales de contenido.

La educación online ocupa un lugar destacado en este modelo. Reconocida como gran referente en el país en esta modalidad, la UA combina flexibilidad, accesibilidad y excelencia académica, sin perder el contacto humano. El desafío no es solo ofrecer clases a distancia, sino construir experiencias educativas que mantengan la calidad y estimulen la participación constante de los alumnos.

“La tecnología no solo complementa nuestra enseñanza, sino que transforma la manera en que educamos y aprendemos, preparando a nuestros estudiantes para un futuro digital y globalizado”, sintetiza Duarte.

Capacitación alineada al mercado

Entender lo que demanda el mercado laboral y formar profesionales capaces de responder a esas exigencias es parte central del modelo educativo de la Universidad Americana. Para lograrlo, la institución articula un ecosistema académico basado en la empleabilidad, la práctica profesional y el diálogo permanente con el sector productivo.

“Nuestros programas se actualizan constantemente con el apoyo de empresas y expertos, para que respondan a las necesidades reales del mundo laboral”, afirma el rector. Esta actualización no es solo curricular: se traduce en espacios de práctica, consultorios empresariales, pasantías, actividades de extensión universitaria y acceso a experiencias de aprendizaje que simulan entornos reales de trabajo.

El perfil de estudiante que busca atraer la UA es activo, emprendedor y con un fuerte sentido de liderazgo, capaces de generar un impacto positivo en su entorno. Para quienes aún están explorando su vocación, la universidad ofrece herramientas de orientación profesional que les permiten tomar decisiones más informadas. “Más allá de su carrera, lo importante es que lleguen con ganas de evolucionar y aprovechar las oportunidades que brindamos”, explica Duarte.

La empleabilidad se trabaja desde el ingreso. A través del Centro de Empleabilidad, la UA conecta a los estudiantes con su primer empleo, ofrece talleres, mentorías y desarrolla competencias blandas que hoy son igual de valoradas que los conocimientos técnicos. Además, mantiene convenios con numerosas empresas e instituciones –locales e internacionales– que permiten a los estudiantes acceder a prácticas reales y, muchas veces, a su primera oportunidad laboral.

La participación del empresariado en los consejos académicos también es clave. Cada carrera consulta periódicamente a referentes del sector para ajustar sus planes de estudio y garantizar que los egresados cuenten con las habilidades que el mercado realmente necesita.

Una universidad conectada con el mundo

En un mundo cada vez más interconectado, formar profesionales globales dejó de ser un diferencial para convertirse en una necesidad. La Americana asumió ese desafío como parte esencial de su estrategia institucional, desarrollando una sólida red de convenios internacionales y programas de movilidad que permiten a sus estudiantes vivir experiencias académicas fuera del país.

Actualmente, alumnos de la UA realizan intercambios, pasantías y dobles titulaciones en diversas universidades de Europa y América, accediendo a una formación multicultural que enriquece sus competencias profesionales y amplía su visión del mundo. A esto se suman misiones académicas, movilidad docente, clases espejo y la aplicación de metodologías citadas como COIL, que permiten conectar virtualmente con estudiantes y profesores de otras culturas.

“La internacionalización es uno de nuestros ejes estratégicos. Queremos que más estudiantes paraguayos accedan a una formación con estándares globales y desarrollen competencias interculturales”, afirma Sergio Duarte. La universidad apuesta también por la cocreación de programas académicos con instituciones del exterior, así como la participación conjunta en proyectos de investigación y desarrollo.

Esta apertura al mundo no solo fortalece el perfil profesional de los egresados, sino que también posiciona a la UA como un actor relevante en el escenario regional de la educación superior. La meta es clara: formar líderes capaces de actuar en contextos locales y globales con la misma solidez.

Compromiso con el futuro

Además de preparar a sus estudiantes para insertarse en el mundo laboral, la UA busca que también puedan crearlo. La formación emprendedora es parte esencial de la experiencia académica, a través de materias específicas, mentorías y espacios en los que los alumnos transforman ideas en proyectos reales. “Creemos que el futuro se construye con ideas y acción”, resume Duarte, convencido de que el emprendedurismo es un motor clave para el desarrollo del país.

Esa visión de futuro también se refleja en los planes institucionales de mediano plazo. Durante los próximos años, la UA proyecta una expansión centrada en la internacionalización, el fortalecimiento de alianzas estratégicas y la consolidación de una comunidad académica cada vez más conectada con el entorno. Frente a los desafíos globales, la universidad apuesta a convertirse en un referente regional en educación superior, sin perder de vista su misión local: ampliar el acceso al conocimiento y formar líderes capaces de transformar realidades.

La educación hoy no tiene barreras”, concluye el rector. Con esa convicción, la Universidad Americana se prepara para seguir marcando el rumbo de una educación que enseña, conecta, inspira y transforma.

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