Existe mayor predisposición al crédito y tasas más flexibles

Desde mediados del año pasado, la dinámica en las tasas de interés está siendo distinta a años anteriores, en un escenario de menor liquidez que está cambiando las reglas del juego para el sistema financiero.

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Desde el Banco Familiar analizan los distintos factores que están marcando una nueva etapa para el costo del dinero en nuestro país, tanto a la hora de incentivar el ahorro como para conceder créditos.

Desde la pandemia hasta este momento, el mercado paraguayo ha experimentado una oferta crediticia más amplia que en los periodos previos, con un sistema financiero que fue explorando un espectro más variado de clientes y a través de mecanismos innovadores de análisis de riesgos.

La disponibilidad de financiamiento se expandió de manera importante hacia los pequeños negocios, por ejemplo, y hoy en día toda persona o emprendimiento que pueda demostrar un cierto flujo de ingresos es sujeto de crédito, un cambio sumamente positivo para una economía muy marcada por la actividad de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).

Esta predisposición al crédito, además de haber acompañado los sucesivos años de crecimiento económico que logró el país, generó una situación de agotamiento del exceso de liquidez permanente que los bancos tuvieron durante los últimos quince años.

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En consecuencia, las condiciones actualmente están cambiando hacia una mayor influencia del incentivo que se deba generar para captar más o menos recursos a través del ahorro de las personas, mediante las tasas de interés que se aplican a los depósitos del público, en respuesta a lo que se necesite para responder a la demanda de financiamiento.

Estamos hablando de la liquidez, o el dinero que los bancos tienen disponible para prestar en forma de créditos a sus clientes y que se construye principalmente con los depósitos que los ahorristas llevan hasta las entidades.

Se trata de un indicador que fluctúa, ya que la dinámica económica es la que va determinando los niveles de liquidez. En el caso de la economía paraguaya tiene una importante influencia la decisión de los ahorristas de posicionarse en dólares o en guaraníes, frente a la demanda de créditos que se presente en una u otra moneda.

¿Qué está pasando con las tasas de interés?

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Los créditos otorgados por los bancos en Paraguay cerraron el 2024 con un crecimiento de 21%, según registros del Banco Central del Paraguay (BCP), mientras que los depósitos crecieron a un ritmo de 12% interanual.

En el 2022, la diferencia fue también de varios puntos porcentuales, ya que los créditos crecieron 14% ese año y los depósitos, apenas 3%. En el 2023 hubo un ritmo más a la par, de 11% y 12% respectivamente.

Este resultado de mayor crecimiento de créditos que de depósitos se repitió a expensas de la liquidez que se había acumulado. Hoy en día, el mencionado exceso de liquidez se encuentra agotado y, en consecuencia, las tasas de interés para la captación de depósitos deben moverse más en función de la demanda de créditos que se presenta ante las entidades.

Es por ello que, desde mediados del año pasado, la tasa pasiva en guaraníes –aplicada a los depósitos de los ahorristas– empezó a subir, pues el incesante requerimiento de préstamos llevó a que las entidades tuvieran que aumentar el incentivo al ahorro en esta moneda para reunir recursos con los cuales responder a las necesidades de financiamiento (es la actividad que se conoce como intermediación financiera).

Tal es así que la tasa pasiva promedio se ubicó en 5,45% en febrero del 2025, tras haber estado en 4,29% en agosto del 2024. La tasa activa –aplicada a los créditos– mantiene una tendencia similar, tal y como ocurre usualmente con estos indicadores.

Este aumento en las tasas de interés pasivas se observó particularmente en los Certificados de Depósito de Ahorro (CDA), donde el promedio se encuentra por encima del 8% desde diciembre del año pasado, cuando en agosto estaba en 7,36%. Todo esto, sin que el BCP incrementara ni redujera su tasa de interés de referencia desde abril del 2024.

Esta nueva condición del mercado financiero también genera mayor sensibilidad a las decisiones del BCP sobre su tasa de política monetaria, ya que antes había un exceso de liquidez que permitía un movimiento de tasas de interés del sistema financiero no siempre acorde a lo que resolvía la banca matriz. Hoy, ese “amortiguador” se agotó y lo que decida el BCP se podrá trasladar más directa y rápidamente a las tasas para el público.

Panorama para el costo del dinero en los próximos meses

Con estos elementos, atendiendo a la persistente demanda de financiamiento en guaraníes, es de esperar que la tasa de interés para la captación de depósitos en moneda local continúe subiendo. A febrero del 2025, los depósitos totales captados por el sistema financiero ascendieron a G. 173,9 billones, mientras que los créditos sumaron G. 177,3 billones.

Las condiciones para las tasas de interés en dólares son opuestas, ya que la presión aparentemente está yendo más hacia la baja, tanto para los depósitos como para los créditos. Esto, debido al escenario internacional, donde se prevé que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) retome la política de reducción de tasas de interés para estimular la economía, ante los efectos de los shocks que vayan surgiendo como consecuencia de la imposición de aranceles al comercio exterior.

En la economía paraguaya, esta situación actúa como una medida contractiva indirecta en el mercado de dinero en guaraníes. Si el BCP mantiene su tasa de interés en el actual nivel de 6% y la FED baja la suya, los depositantes encontrarán menos incentivos en el ahorro en dólares –ante una menor tasa de interés– frente a unas tasas en guaraníes que se van a mantener o más probablemente continuarán subiendo.

Al tener mayor incentivo para el ahorro en guaraníes, se considera que la economía se encuentra en una etapa contractiva, pues el dinero irá más bien a ser depositado en los bancos antes que a circular en mayor medida a través de los distintos sectores económicos, lo cual contribuye a reducir presiones sobre los precios debido a una demanda de productos y servicios menos intensa.

Proyecciones de crecimiento

En términos generales, el 2025 está siendo un año bueno para la economía paraguaya, aunque con una dinámica un poco menor a la del año anterior. El crecimiento del crédito se mantiene en dos dígitos, en torno al 15%, con una ligera desaceleración respecto al ritmo del 2024 explicada en parte por la menor producción agrícola –que repercute en la economía en su conjunto–, la volatilidad que se observa en algunos indicadores y la reciente suba del dólar.

La dinámica de los bancos fue importante el año pasado, con 20% de crecimiento de los créditos, 25% en utilidades y 15% en depósitos. Para este año los niveles de crecimiento proyectados se encuentran en torno a entre el 12% y el 14% para los créditos, y entre 10% y 12% para las utilidades.

Depósito

Desde mediados del año pasado, la tasa pasiva en guaraníes –aplicada a depósitos de ahorristas– empezó a subir, por la incesante demanda de préstamos.

5,45%

Tasa pasiva promedio se ubicó en 5,45% en febrero 2025, luego de estar en 4,29% en agosto 2024. La tasa activa –aplicada a créditos– mantiene una tendencia similar.

Mercado

Esta nueva condición del mercado financiero también genera mayor sensibilidad a las decisiones del BCP sobre su tasa de política monetaria.

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