Retail en Paraguay: un mercado que atrae capital, marcas y transformación

El sector minorista paraguayo vive un proceso de consolidación sin precedentes, impulsado por la entrada de nuevos jugadores, fusiones estratégicas y un consumidor cada vez más digital y exigente. Con crecimiento sostenido, inversión extranjera y transformación tecnológica, el retail se posiciona como uno de los motores clave de la economía local.

Al margen de una economía que muestra señales de recuperación y una inflación contenida, el retail proyecta una expansión sostenida para los próximos años.
Al margen de una economía que muestra señales de recuperación y una inflación contenida, el retail proyecta una expansión sostenida para los próximos años.

El impacto de la pandemia puso a prueba la resiliencia de los comercios formales y el retail en Paraguay, transitando una etapa de reconfiguración profunda a lo largo de los últimos cinco años. Pero, este mismo escenario también abrió la puerta a procesos de consolidación, profesionalización y expansión sostenida. A medida que el consumo se recuperó, grandes grupos económicos fortalecieron su posición, mientras nuevos jugadores —locales e internacionales— comenzaron a disputar espacios en un mercado que muestra amplio margen de crecimiento.

Este fenómeno no solo responde a un entorno macroeconómico relativamente estable, sino también al avance de la digitalización, el cambio en los hábitos de compra y la búsqueda de experiencias más eficientes por parte de los consumidores. La irrupción de franquicias globales, las fusiones estratégicas y la transformación de los formatos de venta están delineando un nuevo mapa del comercio en Paraguay.

Consolidación del mercado

Uno de los rasgos más visibles del retail paraguayo en los últimos años ha sido su tendencia a la consolidación. La pandemia actuó como catalizador de este proceso, acelerando movimientos estratégicos por parte de los principales grupos económicos del país. Tras un 2020 marcado por la caída del consumo, el bienio 2021-2022 registró una actividad sin precedentes en fusiones y adquisiciones, superando incluso los niveles prepandemia. Según consultoras privadas, aproximadamente un tercio de esas operaciones fueron protagonizadas por capital extranjero, principalmente europeo.

En el sector supermercadista, el Grupo Vierci reforzó su posición con operaciones que incluyeron la compra de locales de cadenas más pequeñas como Nuevo Súper en Caacupé, aprobada por la Comisión Nacional de la Competencia (Conacom) con condiciones en 2022. En paralelo, el segmento de tiendas de conveniencia vivió uno de los hitos más relevantes del último año: el Grupo Azeta adquirió el 50% de Biggie, la cadena de formato 24 horas con mayor cobertura del país. La operación —formalizada en 2024— tiene como objetivo acelerar la expansión territorial sin alterar el modelo operativo que la hizo exitosa.

Al margen de los supermercados, cadenas especializadas como Ferrex también consolidaron su liderazgo a través de un crecimiento orgánico y la ampliación de su portafolio. Este proceso de concentración, sin embargo, no está exento de tensiones, ya que, en ciertos mercados locales, la competencia efectiva se reduce, y el margen para que pequeños actores sobrevivan se estrecha. Aun así, la mayoría de las operaciones ha apuntado a generar escala, eficiencia y cobertura nacional, en un contexto donde el retail formal aún representa solo una fracción del consumo total.

Nuevos jugadores y marcas internacionales

Asimismo, el dinamismo del retail paraguayo también se refleja en la llegada de nuevas marcas internacionales y en la aparición de formatos comerciales distintos a los tradicionales. En los últimos tres años, franquicias globales como Starbucks, Decathlon y, próximamente H&M, vienen marcando presencia en el país, en respuesta a un mercado que muestra señales claras de expansión y maduración del consumo.

Estas marcas no solo traen inversión y empleo, sino también nuevas exigencias para el ecosistema local. La tienda deportiva Decathlon, por ejemplo, abrió su primera sucursal en Asunción con una inversión cercana a US$ 3 millones, con la intención de alcanzar al menos tres locales en el mediano plazo. Por su parte, el desembarco de Starbucks —en centros comerciales estratégicos— revela un consumidor dispuesto a explorar experiencias premium, sin perder el foco en conveniencia y rapidez.

Consultado sobre este fenómeno, Gustavo Lezcano, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), afirmó: “El mercado viene bien. El consumo se ha dinamizado bastante en el último año, en parte porque el contrabando ya no es un buen negocio actualmente debido a que los precios en Argentina se sinceraron. Eso hizo que el consumo se quede más internamente y, con eso, creció también la competencia entre los emblemas”.

La entrada de marcas extranjeras es leída dentro del sector como un indicador de salud comercial. “Eso habla también del buen momento que está pasando el rubro, lo que lo hace atractivo para invertir”, señaló Lezcano, destacando además el rol activo que están tomando los jugadores locales para mantenerse competitivos frente a un entorno cada vez más exigente.

Uno de los rasgos más visibles del retail paraguayo ha sido su tendencia a la consolidación. La pandemia actuó como catalizador de este proceso, acelerando movimientos estratégicos.
Uno de los rasgos más visibles del retail paraguayo ha sido su tendencia a la consolidación. La pandemia actuó como catalizador de este proceso, acelerando movimientos estratégicos.

¿Hacia dónde va el retail paraguayo?

Al margen de una economía que muestra señales de recuperación y una inflación contenida, el retail proyecta una expansión sostenida para los próximos años. El Banco Central del Paraguay (BCP) elevó su estimación de crecimiento al 4% para 2025, apoyado en el dinamismo de los servicios y el comercio. A nivel de consumo interno, la contención del dólar, la mejora en la logística fluvial y la merma del contrabando generan un entorno más favorable para el comercio formal.

En palabras de Lezcano, el contexto actual es propicio: “Yo creo que todos los condimentos ya están en el mercado. Tenemos una cotización del dólar alta, pero el río se normalizó, no hay mayores problemas logísticos. Si todo se mantiene en equilibrio, esto debería seguir empujando para arriba el sector”, sostuvo.

Uno de los desafíos más relevantes, sin embargo, sigue siendo la expansión territorial. Mientras que el retail tiene fuerte presencia en Asunción y el área metropolitana, el interior del país continúa con baja cobertura formal. “El gran desafío es llegar al interior con más fuerza. Necesitamos capital humano para dar servicio de supermercado, y también proveedores que garanticen el surtido”, apuntó Lezcano. En este sentido, el margen de crecimiento es alto, siendo que la penetración del retail formal aún ronda el 30%, una de las más bajas de la región.

Digitalización y hábitos del consumidor

La transformación del retail paraguayo no se explica solo por inversiones o fusiones, sino también por un consumidor que está cambiando su forma de comprar. Si bien la digitalización ha ganado terreno —especialmente en métodos de pago y consultas en línea—, la compra física sigue siendo el corazón del consumo masivo.

“Yo creo que el 95% de las compras aún se realizan en el punto de venta”, acotó Lezcano, al explicar por qué el canal físico mantiene su fuerza en Paraguay. Para él, esto responde a una dinámica cultural: “Acá la ama de casa sigue siendo la que compra, y quiere elegir sus frutas, sus verduras, su carne; lo empaquetado puede ir por digital, pero lo fresco todavía es un gran desafío”. Esta percepción se alinea con datos del sector que indican que, aunque el comercio electrónico crece cada año, su penetración sigue siendo limitada.

En contraste, los pagos digitales sí han tenido un avance vertiginoso. A finales de 2024, el uso de códigos QR superó por primera vez a las tarjetas físicas, representando más del 55% de las operaciones electrónicas. Esta adopción tecnológica —impulsada por billeteras móviles, fintechs locales y bancos tradicionales— se convirtió en una de las revoluciones silenciosas del comercio paraguayo.

Al mismo tiempo, se observa un cambio en la expectativa del consumidor, con mayor exigencia en surtido, rapidez, atención personalizada y opciones de compra mixtas. La experiencia ya no se limita a lo que pasa en tienda, sino que abarca todo el proceso de compra, desde la búsqueda de información hasta la forma de pagar. De este modo, las empresas que logren integrar esos puntos de contacto con coherencia son las que mejor se posicionarán en los próximos años.

La mayoría de las operaciones ha apuntado a generar escala, eficiencia y cobertura nacional, en un contexto donde el retail formal aún representa solo una fracción del consumo total.
La mayoría de las operaciones ha apuntado a generar escala, eficiencia y cobertura nacional, en un contexto donde el retail formal aún representa solo una fracción del consumo total.

El atractivo del retail está en el volumen

Para el vicepresidente de la Capasu, el momento que vive el retail en Paraguay no es casual, sino el resultado de una serie de condiciones que se alinearon: estabilización macroeconómica, baja del contrabando, mejora logística e incremento del consumo interno. “El mercado avanza con buen ritmo en lo que va del año. El consumo se ha dinamizado bastante, y eso hace que hoy la competencia entre emblemas sea más fuerte”, afirmó Lezcano, convencido de que la presión competitiva es un signo positivo: “Cuando hay competencia, el único ganador siempre es el consumidor”.

Desde su perspectiva, uno de los grandes pendientes del sector es salir del área metropolitana y conquistar otras ciudades y distritos del país. “Hoy en día lo que necesita el mercado paraguayo es más volumen. El supermercado genera margen con volumen, no con precios altos”, sostiene. Esa expansión, sin embargo, requiere infraestructura, capital humano capacitado y una red de proveedores que acompañe el proceso.

A esto se suma un reto menos visible pero no menor, que es la calidad del surtido. “Nos falta variedad en frutas y verduras, y una calidad un poco superior. Cuando uno viaja, nota la diferencia”, señaló. Para Lezcano, elevar esos estándares es parte del camino hacia un retail más competitivo a nivel regional.

Consultado finalmente sobre la proyección inversionista del sector, se mostró optimista. “Yo creo que sí va a seguir siendo atractivo para invertir, sobre todo si el crecimiento se da fuera de Asunción. Ahí está la oportunidad”. Con ese enfoque territorial y operativo, el retail paraguayo se encamina hacia una nueva etapa de maduración, cada vez más estratégica y menos reactiva.

Enlance copiado