En el corazón del centro histórico de Asunción se levanta el edificio que alberga a Palmaroga Hotel, una construcción con más de 120 años de historia. Este mayo, el hotel celebra su sexto aniversario en un contexto de crecimiento sostenido y con un nuevo hito institucional: su incorporación a la cadena internacional Hilton. Lo que comenzó como una apuesta arriesgada en un área muchas veces olvidada por la inversión privada, hoy se consolida como uno de los ejemplos más visibles de recuperación urbana en el país.
Su edificio centenario, que alguna vez albergó al Palacio de Justicia y luego a la Municipalidad de Asunción, fue restaurado con una mirada patrimonial, pero también con visión de futuro, pasando a denominarse desde finales de 2024 como Palmaroga Hotel, Tapestry Collection by Hilton.
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“Palmaroga nació como un compromiso con la revitalización del centro”, señala Alejandro Loza de Balanzó, director del hotel, quien explica que desde Grupo Barcelona se vio en esta construcción de 1901 una oportunidad para devolverle valor a un punto emblemático de la ciudad. “Como desarrolladores inmobiliarios, consideramos que es un deber contribuir a esa revitalización”, afirma, convencido de que el centro aún tiene mucho para dar.
Propuesta con identidad propia
Desde sus inicios en 2019, Palmaroga construyó una identidad clara, la de ofrecer una experiencia boutique con estándares ejecutivos, en un entorno patrimonial cuidadosamente restaurado. Su propuesta, pensada tanto para el viajero de negocios como para quienes buscan una estadía con carácter, fue ganando adeptos y ampliando perfiles.
“Nuestro huésped valora mucho el diseño, la historia del edificio y la experiencia personalizada, pero sin resignar el confort ni los servicios”, explica Elisa Kawata, gerente general del hotel. Aunque los viajeros corporativos y turistas internacionales siempre representaron el grueso de la ocupación, con el tiempo surgieron nuevos públicos. “Hoy también recibimos a jóvenes profesionales, nómadas digitales y ejecutivos que combinan trabajo y descanso”, detalla.
La ubicación estratégica, servicios a medida y la ambientación que dialoga entre lo antiguo y lo moderno son parte del atractivo. Desde el rooftop con vistas al casco antiguo, hasta el restaurante con identidad propia y el gimnasio, todo responde a una lógica de diseño curado de alto nivel. Pero más allá de lo visual, el diferencial sigue siendo la hospitalidad: “Cuidamos cada detalle para brindar una atención cálida y con fuerte identidad local”, sostiene Kawata.
Con este posicionamiento, Palmaroga logró mantenerse competitivo en un mercado exigente y en transformación. Eventos de alcance regional como el Rally Mundial o los Juegos Panamericanos Junior —que proyectan una mayor afluencia de visitantes a Asunción— refuerzan su perfil como alojamiento preferido para el turismo corporativo y cultural.
Hilton como punto de inflexión
En detalle, a finales de 2024 Palmaroga Hotel concretó un paso clave en su evolución institucional, pasando a integrarse oficialmente a la cadena Hilton, siendo así parte de la colección Tapestry. Con esta decisión, el hotel se convirtió en el primer establecimiento de la marca internacional en operar en Paraguay, lo que no solo amplía su alcance, sino que también posiciona al microcentro de Asunción en el radar del turismo global.
“Ser el primer hotel de la cadena Hilton en Paraguay es motivo de orgullo y también es un lindo desafío”, afirma Loza de Balanzó. Desde su perspectiva, la llegada de Hilton ratifica el valor de la apuesta hecha por el centro histórico: “El hecho de que varias cadenas internacionales vinieran a visitarnos para que nos uniésemos a ellas corroboró que nuestra apuesta por el centro es la correcta”.
La incorporación a la red Hilton también trajo consigo nuevas herramientas de gestión operativa y sostenibilidad. Kawata, por su parte, destaca especialmente el uso de LightStay, la plataforma de la cadena para monitorear indicadores de impacto ambiental y social. “A través de LightStay podemos monitorear el consumo de energía, agua, la generación de residuos, y establecer metas para mejorar continuamente en estas áreas”, explica.
Lejos de diluir su identidad local, el ingreso a la colección Tapestry consolidó lo que ya era una propuesta diferenciada. “Seguimos siendo un hotel con características únicas, del que estamos muy orgullosos”, concluye Loza de Balanzó.
Revitalizar el centro también es parte del negocio
El hotel no solo opera en el centro histórico: cree en él. Esa convicción forma parte de su propuesta desde el origen, y se refleja tanto en la recuperación arquitectónica del edificio como en el vínculo que mantiene con el entorno. No se trata únicamente de hospedar, sino de aportar a una zona con enorme valor simbólico y urbano.
En palabras de Loza de Balanzó, “en los últimos años se ha ido creando una imagen negativa del centro, que no condice con la realidad”. Señala que cada vez que se organizan actividades bien articuladas en la zona —como las recientes fiestas patrias— la respuesta ciudadana es masiva y entusiasta, desmintiendo el prejuicio. Sin embargo, reconoce que existen desafíos estructurales. “El centro es donde radica la historia de la ciudad, con construcciones maravillosas que se han ido dejando de mantener, lo que puede parecer inaudito”, remarca.
Desde el inicio de sus operaciones, Palmaroga ha buscado articular acciones con las instituciones públicas y el sector privado para impulsar mejoras. Kawata coincide en que es un trabajo colectivo: “Nuestro objetivo es consolidarnos como un referente en el centro histórico de Asunción, no solo como hotel, sino como parte activa de la revitalización urbana y cultural del entorno”.
Esa proyección a futuro se refleja también en las inversiones recientes. Según Kawata, Palmaroga se encuentra en proceso de incorporar nuevas soluciones digitales que mejoren la experiencia del huésped, desde la reserva hasta el check-out. La idea, dice, es adaptarse a un viajero cada vez más conectado y exigente, sin perder el sello distintivo del hotel: historia, diseño y hospitalidad con rostro humano.