Desde el 10 de julio Google comenzará a indexar contenido público de Instagram. Esto significa que publicaciones como reels, carruseles o posteos en formato tradicional podrán aparecer en los resultados de búsqueda de Google, sumando una nueva vía de visibilidad orgánica para empresas, marcas personales y negocios sin presencia web formal. Esta integración entre dos gigantes digitales representa un giro estratégico en la forma en que se piensa el posicionamiento online, especialmente en contextos donde la presencia en redes sociales es más robusta que la presencia web tradicional.
Una oportunidad directa para mercados emergentes
En conversación con Ana Fernández (Chile), especialista internacional en SEO y asesora de empresas Fortune 500, explicó que “en mercados emergentes como Paraguay, donde muchas marcas dependen fuertemente de Instagram para ventas y visibilidad, esta es una oportunidad directa de captar tráfico desde buscadores sin necesidad de una infraestructura web compleja”.
En este sentido, la experta destaca que la medida podría nivelar el terreno para pequeños negocios que hasta ahora quedaban fuera del radar de Google. También va a permitir que emprendimientos incipientes o mipymes, que sólo operan desde redes sociales, tengan visibilidad más allá del ecosistema de Meta.
Por ejemplo, un emprendimiento que publica reels bien descriptivos sobre “tortas personalizadas en Asunción” podría aparecer en los resultados cuando alguien haga esa misma búsqueda desde Google. Esto no solo amplía el alcance, sino que también atrae tráfico calificado, es decir, usuarios con una intención clara de compra. En la práctica, se trata de un nuevo puente entre intención de búsqueda y descubrimiento comercial.
Buenas prácticas para aprovechar el escenario
Aunque no se requiere rediseñar completamente la estrategia de redes, Fernández recomienda incorporar ciertas buenas prácticas para sacar provecho de este nuevo escenario. Una de ellas es redactar copys orientados a intenciones de búsqueda, evitando frases genéricas y priorizando descripciones que respondan a dudas concretas del usuario. También sugiere prestar atención a los términos utilizados en los títulos de los reels o publicaciones.
“Hay que pensar cada publicación como una pieza que puede resolver una necesidad de información o de compra. Los hashtags funcionan como palabras clave, y los subtítulos en pantalla no solo mejoran la accesibilidad, sino que ofrecen contexto adicional que los algoritmos pueden interpretar”, puntualiza.
La clave está en combinar contenido atractivo y viral con publicaciones informativas orientadas al posicionamiento. Por ejemplo, una pastelería puede seguir utilizando sonidos de moda, pero también debe generar piezas específicas que la posicionen cuando alguien busque “tortas de cumpleaños” o “postres para fiestas en Paraguay”. Incluso negocios B2B pueden aprovechar esto si presentan sus soluciones con lenguaje adaptado a búsquedas comunes.
El SEO se vuelve social y multimodal
La decisión de Google marca un paso más hacia un modelo de SEO multimodal, donde no solo el texto es relevante, sino también las señales visuales, contextuales y sociales. Esto implica un cambio de paradigma para los equipos de marketing, y si bien no es el fin del SEO tradicional, ya representa un avance importante hacia una integración digital más orgánica.
“Los equipos de SEO y social media ya no pueden trabajar aislados. Hay que alinear objetivos, lenguaje y métricas. Se vuelve esencial medir cómo un reel impacta en la notoriedad de marca o en el tráfico web”, señala Fernández. Este cambio también impone una curva de aprendizaje para agencias que hasta ahora trataban las redes sociales como un canal aparte, y no como un eslabón dentro del viaje del usuario.
Asimismo, cobra fuerza el contenido interactivo y multimedia: carruseles, videos cortos, montajes visuales llamativos y estructuras de datos claras. Todo esto apunta a pulir la experiencia digital y responder mejor a la intención del usuario. En lugar de diseñar contenidos pensados solo para viralizarse, se abre paso una estrategia que contempla posicionamiento, relevancia temática y profundidad informativa, incluso en piezas breves.
Impulso para negocios sin sitio web
Uno de los aspectos más relevantes de esta novedad es que permite competir en búsquedas sin necesidad de tener un sitio web. En mercados donde la digitalización plena aún es un desafío, esto puede traducirse en una mayor inclusión digital para emprendedores. Esta visibilidad ampliada también podría beneficiar a sectores como la gastronomía, moda, estética, oficios y productos artesanales, que suelen nutrirse de Instagram como vitrina comercial.
“Googlea lo que ofrecerías como negocio y mirá qué aparece. Eso te dará pistas sobre cómo presentar tu contenido para competir en esas búsquedas”, aconseja la especialista. Desde el uso de palabras clave hasta la forma en que se estructura el caption o se titula el video, cada detalle cuenta.
El mensaje de fondo es claro, no basta con estar en redes, hay que estar con propósito. La convergencia entre Google e Instagram reconfigura el mapa de visibilidad digital, y abre nuevas puertas para quienes sepan adaptarse rápido. En ese nuevo tablero, el contenido visual no solo emociona o entretiene, sino que también posiciona, informa y vende.