Territorio fértil: capitales bolivianos echan raíces en Paraguay

Si bien el movimiento inversor ha sido impulsado más por actores privados, el fortalecimiento de los lazos económicos también responde a una agenda institucional activa.
Si bien el movimiento inversor ha sido impulsado más por actores privados, el fortalecimiento de los lazos económicos también responde a una agenda institucional activa.

El vínculo económico entre Bolivia y Paraguay ha madurado con fuerza a lo largo del tiempo, especialmente en los últimos cinco años. Mientras algunos movimientos empresariales son de bajo perfil, las cifras muestran una tendencia clara donde cada vez más compañías bolivianas eligen instalarse en suelo paraguayo. A diferencia de otras oleadas inversoras más visibles, esta corriente avanza de forma persistente, con actores que van desde agroindustriales cruceños hasta empresarios del sector servicios o construcción.

Paraguay aparece como un destino estratégico para quienes buscan previsibilidad, expansión regional y oportunidades de largo plazo. “Paraguay se viene destacando como un atractivo destino de inversiones bolivianas en los últimos años, en rubros como los servicios y la ganadería, así como otros cuya proyección se encuentra en desarrollo”, expresó José Luis Camacho, presidente de la Cámara Binacional Boliviano Paraguaya, en declaraciones anteriores.

Quiénes están llegando y qué buscan

El perfil del inversor boliviano que desembarca es variado: desde grandes corporaciones con operaciones regionales hasta emprendedores jóvenes que buscan su primer paso fuera de Bolivia. Más allá del tamaño, hay una intención común que es encontrar un ecosistema con más previsibilidad, menores costos operativos y reglas claras para desarrollar negocios sin fricciones ni sobreexposición. En este marco, la Cámara organiza misiones comerciales como la próxima 8ª, programada del 7 al 10 de julio.

“Esta misión no solo busca generar negocios, sino confianza e inversión para el crecimiento bilateral”, explicó a través de la Cámara Mauricio Laguna, presidente de la misión, sobre esta nueva iniciativa que llevará a más de 60 empresarios bolivianos a conocer el mercado paraguayo. Entre 2021 y 2024, más de 2.000 empresarios bolivianos participaron de rondas exploratorias en Paraguay, una cifra que refleja el creciente interés binacional por consolidar vínculos económicos más estrechos.

Sectores protagonistas

El abanico de rubros en los que se posicionan los capitales bolivianos en Paraguay es amplio, pero ciertos sectores marcan tendencia. En la última década, los mayores desembarcos se concentraron en agroindustria, ganadería, bienes raíces, construcción e infraestructura. A estos se suman servicios financieros, comercio minorista, salud y tecnología, en una muestra clara de diversificación. En 2025, el sector inmobiliario lidera el interés, con inversiones orientadas tanto a viviendas como a centros comerciales y logísticos.

También se registran apuestas industriales, como la instalación de plantas de hormigón o fábricas de materiales. La estabilidad macroeconómica, el acceso a energía renovable y el régimen de maquila funcionan como anclajes sólidos para atraer estos capitales. Más allá del tamaño de las inversiones, el patrón que se consolida es la instalación con perspectiva de permanencia.

Casos que ilustran la tendencia

Entre las inversiones más visibles de los últimos años se destaca el caso de Preforte, empresa boliviana que desembarcó en Paraguay con una planta industrial de pretensados y hormigón en Limpio, con una inversión inicial de US$ 5 millones. El proyecto hoy incluye tecnología de concreto bajo en carbono y tiene planes de expansión.

Otro ejemplo significativo es el centro comercial Design+Art, impulsado por cinco empresarios de Santa Cruz, con una inversión de US$ 2,5 millones y la apertura prevista para agosto de 2025. También desde el ámbito agroindustrial, Cruz Monte, una firma avícola boliviana, evalúa instalar una planta de carne de pollo en Paraguay, aprovechando su plataforma agrícola y logística eficiente.

Cabe destacar que según estimaciones de la Cámara Binacional, entre 2020 y 2024 las inversiones bolivianas en Paraguay superaron los US$ 120 millones, y algunos proyectos en evaluación durante misiones empresariales llegaron a rondar los US$ 80 millones como potencial de inversión, como ocurrió en la visita técnica realizada en 2021.

Más allá de lo privado: vínculos binacionales

Si bien el movimiento inversor ha sido impulsado principalmente por actores privados, el fortalecimiento de los lazos económicos entre Bolivia y Paraguay también responde a una agenda institucional activa. En los últimos años, ambos gobiernos avanzaron en acuerdos para mejorar la conectividad logística, el acceso a energía y la cooperación técnica.

Entre ellos se destacan el proyecto del Corredor Bioceánico, la consolidación de la hidrovía Paraguay-Paraná y un memorándum para avanzar en una planta fraccionadora de gas licuado de petróleo (GLP) en territorio paraguayo. Estas iniciativas no solo facilitan el comercio bilateral, sino que contribuyen a crear condiciones más propicias para nuevas inversiones.

Oportunidades sí, pero también desafíos

Aunque actualmente Paraguay ofrece ventajas claras, los empresarios bolivianos también enfrentan ciertos desafíos al instalarse. La adaptación a un nuevo marco normativo y tributario, los costos logísticos tierra adentro y el entendimiento del mercado local son parte del proceso.

En algunos rubros, como la industria del hormigón, incluso surgieron resistencias de gremios locales ante nuevos competidores. A eso se suman dificultades propias del contexto boliviano, como la falta de divisas o la inseguridad jurídica, que en muchos casos empujan a los empresarios a buscar previsibilidad fuera de sus fronteras.

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