Según un estudio de McKinsey, América Latina vive un rápido proceso de bancarización. En 2019, apenas del 30% al 50% de la población tenía una cuenta en una entidad financiera, en comparación con más del 90% en España, Reino Unido y Estados Unidos, y el 80% en China. Para 2025, los habitantes con una cuenta bancaria creció al 79%, mientras en Paraguay es del 61%, según el Global Findex 2025 del Banco Mundial.
La bancarización fue estimulada por la digitalización, la conectividad y la proliferación de nuevas propuestas de pagos; además, la pandemia llevó a incursionar en la banca online y el comercio electrónico.
Paraguay: en julio se procesaron 2,3 millones de compras, igual a lo registrado durante todo el 2021
A través del Sistema de Pagos del Paraguay (Sipap), solo en el mes de julio de 2025 se realizaron 2,3 millones de compras por un total de US$ 33,2 millones, registrando un crecimiento del 49,8% en la cantidad y el 92,1% en el valor. Para tener en cuenta, en todo el año 2021 se registró ese total de 2,3 millones de transacciones locales, según el estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Hasta julio se efectivizaron, en cambio, 13,8 millones de transacciones por internet, por un valor de US$ 168 millones, un 57% más que el año pasado, distribuidas en: tarjetas de crédito 59,4%, de débito 39,6% y prepagas 1%. El valor promedio de las compras fue de US$ 14,5.
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El futuro del e-commerce en Paraguay
Según el informe del BID, titulado “El comercio electrónico en Paraguay: avances, proyecciones y desafíos”, la confianza de los consumidores paraguayos en las transacciones en línea ha crecido con relación a una infraestructura de telecomunicaciones que ha permitido una alta penetración de teléfonos inteligentes, superior al 90% entre la población, la principal herramienta de compra, que impulsa el comercio móvil y la integración de sistemas de pago digitales como las billeteras electrónicas.
Según datos de 2024, cuatro de cada cinco adultos en Paraguay compran por internet. Este comportamiento se ve reflejado en el volumen de transacciones; mientras que en 2021 se registraron más de 2,3 millones de transacciones locales, las proyecciones indican que el mercado total de e-commerce podría alcanzar los US$ 1,500 millones para el 2027.
El informe revela que las categorías de productos populares son los dispositivos electrónicos, ropa y calzado, y servicios de entretenimiento. En cuanto a los métodos de pago, las tarjetas de crédito y débito son ampliamente utilizadas, y los pagos a través de billeteras electrónicas y transferencias bancarias están ganando terreno.

Reputación y la influencia de las reseñas en línea
El estudio del BID proporciona una visión del perfil del comprador paraguayo en línea. La mayoría de los consumidores se encuentra en el rango de edad de 25 a 45 años, con un nivel de educación medio a alto.
Si bien una gran parte de las transacciones se inician a través de motores de búsqueda y redes sociales, la decisión de compra a menudo se ve influenciada por las opiniones de otros usuarios y las reseñas en línea, lo que indica la importancia de la reputación digital para las empresas.
Desafíos para la expansión
El BID identifica varios desafíos. En primer lugar, la logística sigue siendo un punto crítico. La entrega de última milla, especialmente en las zonas rurales, presenta complejidades que pueden afectar la experiencia del cliente y la rentabilidad del negocio. Urgen soluciones eficientes, confiables y asequibles para mantener la competitividad.
Otro desafío es la formalización del sector. Una gran parte de las transacciones informales que se realizan a través de redes sociales no son capturadas por las estadísticas oficiales, lo que dificulta una comprensión del tamaño real del mercado y limita la capacidad del Gobierno para diseñar políticas de apoyo. El informe señala que las ventas a través de canales no oficiales, como Facebook e Instagram, representan una porción significativa de la actividad comercial.
La seguridad cibernética y la protección de datos emergen como preocupaciones crecientes. A medida que más transacciones y datos personales se mueven en línea, la confianza del consumidor depende directamente de la capacidad de las empresas para proteger su información de amenazas digitales.
Efectivo conservará su relevancia, según McKinsey
El efectivo pierde la corona en la región, pero mantendrá su relevancia en segmentos de menores ingresos por dos factores, según la consultora. Primero, los comercios solo aceptan ese medio de pago, y más de la mitad de los trabajadores de la región tienen empleos informales y generalmente reciben su salario en dinero físico; sin embargo, el empleo informal está arraigado en América Latina, y el cambio es complejo sin una fuerte intervención regulatoria.
Cambio de hábitos, uso digital se duplicó
América Latina está en el epicentro de una de las transformaciones financieras. El estudio de McKinsey revela una realidad y el resultado de un ciclo virtuoso de bancarización y la creciente adopción de tecnologías de pago digital que prometen cambiar el futuro del consumo y los negocios.
El informe, basado en encuestas a más de 15.000 personas en 10 países de Hispanoamérica, muestra una clara migración. Entre 2021 y 2023, el porcentaje de personas que prefieren el efectivo se redujo a la mitad, mientras que la preferencia por métodos sin efectivo se duplicó. Esta tendencia es notoria en países como Argentina y Perú, donde las billeteras digitales han impulsando la inclusión financiera.
Este fenómeno es particular si se considera que una gran parte de la población latinoamericana aún trabaja en una economía informal y recibe sus ingresos en efectivo. Sin embargo, la encuesta demuestra que si tuvieran la opción estos consumidores preferirían usar alternativas digitales.
Claves del éxito: facilidad, seguridad y beneficios
Los usuarios de tarjetas de débito valoran la rapidez, la facilidad de uso y el mejor control de sus gastos. En países como Chile, la “CuentaRUT” del Banco Estado ha jugado un papel fundamental, simplificando el acceso a las tarjetas y bancarizando a casi el 70% de la población.
Por otro lado, los usuarios de tarjetas de crédito se sienten atraídos por la posibilidad de pagar en cuotas, tasas de interés competitivas y programas de fidelidad. Este tipo de pago no solo ofrece flexibilidad financiera, también brinda beneficios como descuentos, puntos y cashback.
Las billeteras digitales, por su parte, se destacan por su seguridad, bajo costo y facilidad de uso. En mercados como Argentina y Perú, la penetración es alta, los usuarios las eligen por la comodidad de no tener que llevar efectivo. En los países donde su uso aún es incipiente, como Guatemala y Ecuador, los consumidores afirman que las usarían si su aceptación fuera más amplia.

Cuatro tendencias para los negocios
1. El efectivo persistirá: aunque el efectivo sigue siendo un medio de pago importante, especialmente en segmentos de bajos ingresos, su uso continuará decreciendo a medida que más comercios adopten soluciones digitales.
2. Un ciclo de autorrefuerzo positivo: la preferencia por tarjetas y pagos móviles crece simultáneamente, lo que sugiere que las instituciones deben ofrecer una gama completa de opciones en lugar de centrarse en una sola.
3. Las diferencias son la norma: no existe una única receta. Mientras algunos países han sido impulsados por las tarjetas (Chile, República Dominicana), otros han visto un auge en los pagos móviles (Argentina, Perú). Las estrategias deben ser personalizadas para cada mercado.
4. Atraer a nuevos segmentos: los millennials son los mayores impulsores de los pagos móviles. Comprender estas diferencias demográficas es vital para diseñar ofertas para cada grupo de clientes.
Oportunidades claras: IA y microsegmentación
Para las organizaciones financieras, es una oportunidad monumental. La clave está en promover la aceptación de pagos electrónicos, buscar la interoperabilidad y ofrecer una experiencia de pago integral y fluida que combine tarjetas y soluciones digitales. Simplificar la digitalización, reducir la fricción en las transacciones y modernizar la gestión de riesgo son pasos para capitalizar este crecimiento.
Los bancos que logren llegar con propuestas a microsegmentos, aprovechar la inteligencia artificial para optimizar la atención al cliente y ofrecer herramientas intuitivas de gestión financiera serán los que más prosperen. La digitalización de los pagos en Latinoamérica no es una moda; es una transformación estructural que moldeará el futuro económico de la región.