El informe del Instituto Forestal Nacional (Infona), “Perfil y perspectivas del sector forestal paraguayo: Crecimiento, retos y oportunidades”, no solo cuantifica el boom de este sector, sino que lo proyecta como un motor de desarrollo económico capaz de inyectar nueva vitalidad a la matriz productiva del país.
La cantidad de superficie plantada en el país registró un 60% de crecimiento en los últimos años y están registradas 554 empresas forestales a nivel nacional que enviaron al exterior, entre enero y septiembre de este año 141.158 toneladas con ingresos por US$ 72,7 millones.
Los números hablan por sí solos: el crecimiento de plantaciones ha sido histórico, en los dos años pasados, entre 2022 y 2024, la superficie forestal comercial en Paraguay se disparó pasando de 204.631 a 339.866 hectáreas.
Este ritmo acelerado, impulsado principalmente por la especie Eucalyptus spp., posiciona a Paraguay como un destino estratégico en la región para startups y corporaciones que buscan operar bajo criterios de sostenibilidad y trazabilidad.
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De un modelo extractivista a uno sostenible
El modelo forestal de Paraguay está experimentando una transformación crucial, dejando atrás progresivamente un enfoque predominantemente extractivista de los bosques nativos para adoptar un sistema basado en la sostenibilidad y la industrialización.
Esta transición se fundamenta en la expansión de las plantaciones forestales (especialmente de eucalipto) en más de 339.000 hectáreas, con un potencial de crecimiento significativo. Actualmente el procesamiento industrial de madera corresponde un 30% a bosques nativos y un 70% de plantaciones forestales.
Estas plantaciones, impulsadas por incentivos legales y condiciones naturales favorables, se han convertido en la principal fuente de materia prima, aliviando la presión sobre los bosques naturales y cumpliendo con criterios de manejo responsable.
Por otra parte, el dinamismo del sector ya no se basa solo en la exportación de troncos o madera sin procesar. Hoy existe una creciente apuesta por el valor agregado, reflejada en el aumento de productos como la madera contrachapada, los tableros, la biomasa energética y el carbón vegetal con procesos más controlados.
Este cambio estructural hacia la industrialización local no solo incrementa los ingresos por exportación y genera empleos de calidad, sino que también consolida a Paraguay como un proveedor confiable y competitivo en mercados exigentes, especialmente en Europa y Asia, posicionándose como un pilar económico verde.

Potencial de inversión
El Infona revela una verdad fundamental para los inversores: Paraguay es una tierra de potencial forestal aún no explorada. El país dispone de más de 19 millones de hectáreas para desarrollar la industria y 8 millones tienen un alto y muy alto potencial para plantaciones comerciales, es decir el 41,7% de ese espacio es una base territorial que pocos competidores pueden igualar.
Esta extensión, sumada a condiciones agroclimáticas excepcionales, ciclos de crecimiento cortos y un régimen fiscal atractivo, configura una oportunidad de negocio de largo plazo.
El sector industrial refleja este dinamismo. Actualmente, Paraguay cuenta con 554 establecimientos forestales. Si bien los aserraderos tradicionales representan cerca del 70% de estas unidades, el dato revelador es el notable y creciente aumento en la incorporación de laminadoras y plantas de procesamiento con tecnología de punta.
Esta migración indica una clara tendencia: el país está dejando atrás su rol histórico de mero exportador de materia prima para enfocarse en productos de alto valor agregado.
La evolución al valor agregado en exportaciones: +35% en valor
El perfil exportador del rubro es la prueba de su madurez. Tradicionalmente dominadas por la madera en bruto, las cifras de comercio exterior ahora resaltan productos manufacturados complejos. Contrachapados, pisos de ingeniería, madera aserrada de precisión y láminas de alto rendimiento son los nuevos protagonistas.
El desempeño exportador en 2025 subraya esta tendencia. Entre enero y septiembre de 2025, las exportaciones forestales totalizaron 141.158 toneladas, por un valor de US$ 72,7 millones. Unicamente en el mes de septiembre se enviaron al exterior 20.190 toneladas por un valor de US$ 9,88 millones, un histórico mensual.
Productos como la madera contrachapada han registrado récords, afianzando a Paraguay como un proveedor confiable en mercados exigentes como Reino Unido, Estados Unidos, Chile, Uruguay y Bolivia, donde la trazabilidad y la certificación de la madera son factores determinantes.
El top 2 en las exportaciones nacionales es la madera contrachapada, uno de los productos forestales con mayor valor agregado que registró años anteriores un promedio anual de 1.368 toneladas y un valor de aproximadamente US$ 1,6 millones.

En cambio, en septiembre de 2025 las exportaciones de madera contrachapada alcanzaron 2.812 toneladas, por un valor de US$ 2,4 millones, el segundo producto de exportaciones, antecedido por carbón y seguido por la madera aserrada.
En septiembre de 2024 se exportaron 2.149 toneladas por US$ 1.7 millones. Esto representa un incremento de +31% en volumen y +35% en valor respecto al año anterior, consolidando su rol estratégico y creciente en las exportaciones forestales.
El carbón vegetal y sus derivados siguen siendo un pilar clave, liderando el volumen total de exportaciones y manteniendo un precio promedio de exportación robusto, lo que confirma su rol como un producto estable y relevante en la balanza comercial.
Capacidad instalada
Paraguay usa actualmente el 50% de su capacidad instalada en la industria forestal que representa un total de 251.833 metros cúbicos, mientras la producción únicamente llega a 134.118, dejando claro un potencial existente en la industria que puede ser explotado de manera sostenible.
Desafíos para el despegue
A pesar del panorama de crecimiento y de la inversión, el Infona es cauteloso al señalar que el desarrollo definitivo del sector depende de varios frentes. El crecimiento exponencial trae retos que el sector público y privado deben abordar conjuntamente:
Infraestructura y logística: La expansión de las plantaciones y la producción industrial exige una infraestructura de transporte más eficiente. Mejorar la red vial y fluvial es vital para garantizar la competitividad y la rápida salida de productos de alto volumen hacia los puertos de exportación.
Capital humano y formación: Necesidad de mano de obra calificada en mandos medios, especialmente en la operación de maquinaria especializada y en procesos industriales avanzados como la fabricación de pisos de ingeniería o tableros de partículas.
Innovación y tecnología: La adopción de tecnologías 4.0 en los procesos de aserrado y laminado es esencial para optimizar el rendimiento de la materia prima y mantener la ventaja competitiva en costos.
Gestión de riesgos ambientales: fortalecer los mecanismos de gestión de riesgos climáticos y la prevención de incendios, elementos cruciales para proteger las inversiones de largo ciclo que caracterizan a la actividad forestal.
Sostenibilidad como ventaja competitiva
La visión del sector no se limita a la producción, sino que se enmarca en la gestión forestal sostenible. El objetivo es equilibrar la producción con la conservación de los bosques nativos, asegurando su beneficio ambiental, social y hasta turístico para las comunidades.
En este contexto, el desarrollo del primer polo industrial forestal sostenible en el país, impulsado por inversiones como la de Paracel, Petricor y el apoyo de entidades como BID Invest, simboliza la ambición de Paraguay de consolidarse no solo como un productor de volumen, sino como un líder en la producción renovable y agroforestal.
Para el ecosistema empresarial paraguayo, el sector forestal representa una de las oportunidades de crecimiento más prometedoras de la próxima década. Al combinar tierras fértiles, voluntad política y una clara hoja de ruta hacia el valor agregado, Paraguay está plantando las semillas para que su industria forestal se convierta en una de las mayores fuentes de divisas y empleo calificado de la región.
