US$ 1.416 millones más en importaciones durante el 2025

Aumento de las importaciones.
Aumento de las importaciones.

El 63% del aumento de las importaciones proviene de bienes de capital y el 37% corresponde a bienes de consumo. El crecimiento de las importaciones registrado durante 2025 está lejos de ser un fenómeno preocupante, explica para ABC Negocios Gerardo García, vicepresidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), quien sostiene que el repunte responde principalmente al dinamismo de la economía y al ciclo de inversiones que atraviesa el país.

Cuando la actividad se expande, naturalmente aumentan las necesidades de bienes de consumo, de insumos y, sobre todo, de bienes de capital. Y eso es exactamente lo que estamos viendo en las cifras actuales”, argumenta Gerardo García.

Los datos del Banco Central del Paraguay (BCP) confirman este escenario: las importaciones totales y registradas muestran un crecimiento interanual del 10%, impulsado por una demanda interna vigorosa y una apreciación del guaraní que abarató temporalmente el costo de traer productos desde el exterior.

Entre enero y octubre de 2025, Paraguay importó US$ 14.632 millones, frente a los US$ 13.216 millones del mismo periodo del año anterior. El salto de US$ 1.416 millones constituye uno de los aumentos más significativos de los últimos ciclos.

Dos mercados dominantes y un patrón consistente

La estructura de origen de las importaciones mantiene su tradicional concentración en dos grandes proveedores: China, con el 34% del total, y Brasil, con el 23%. En conjunto, ambos países representan el 57% de todo lo que ingresa a Paraguay.

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Para García, esta distribución no sorprende, aunque llama a profundizar los esfuerzos de diversificación. “China y Brasil seguirán siendo socios clave, pero es importante abrir nuevos canales tecnológicos y logísticos para evitar sobredependencias”, señala.

Más allá de la geografía, el elemento clave está en la composición del crecimiento. Según los cálculos sectoriales, el 63% del aumento neto de las importaciones proviene de bienes de capital, mientras que el 37% corresponde a bienes de consumo final. Este dato es fundamental, ya que indica que el motor no es el consumo corriente, sino la inversión productiva.

“Cuando una economía importa más maquinaria, equipos industriales, tecnología o sistemas logísticos, significa que las empresas están ampliando su capacidad instalada. Están apostando a un crecimiento sostenido, no a un rebote coyuntural”, explica García.

Bienes de capital: un salto que reorganiza la estructura económica

El análisis de la UIP muestra una transformación especialmente relevante: los bienes de capital pasaron de representar el 38% del total importado a constituir el 42% en 2025. En contraste, los bienes intermedios redujeron su participación del 32% al 27%. Este desplazamiento evidencia una economía que prioriza la inversión en equipamiento por encima de la simple reposición de insumos.

Dentro de los bienes de capital, dos categorías sobresalen:

- Maquinaria y aparatos: 30%

- Computadoras y tecnología: 27%

En un nivel más detallado, se observa un fuerte impulso en la importación de equipos electrónicos, aparatos de telecomunicaciones, maquinaria eléctrica, aeronaves, embarcaciones, remolcadores, equipos industriales y equipamiento médico. Este patrón, resalta el vocero de la UIP, muestra una “modernización transversal” en sectores clave.

Vemos un avance simultáneo en industria manufacturera, logística, telecomunicaciones, servicios digitales y salud. Todas estas áreas están absorbiendo tecnología para operar con mayor eficiencia y para responder a una demanda nacional que sigue expandiéndose”, enfatiza.

Central y Alto Paraná, polos industriales

Resaltó que los departamentos de Central y Alto Paraná continúan liderando la demanda de maquinaria y equipamiento tecnológico, atendiendo grandes polos industriales y logísticos. No obstante, García destaca que el impacto se expande territorialmente.

Este dinamismo está alineado con las cifras de actividad: desde el segundo trimestre del año pasado, las tasas de crecimiento de la inversión superan el 8%, y en algunos trimestres incluso llegaron a niveles de dos dígitos, por encima del 20%. Se trata de uno de los ciclos de inversión más vigorosos de la última década.

Desafíos y desequilibrios: el reverso del dinamismo

Señaló que el fuerte aumento de las importaciones también tiene efectos en la balanza comercial. Desde 2022, Paraguay registra déficit en la cuenta corriente del balance de pagos, un fenómeno que se ha agravado por el rendimiento moderado de las exportaciones. Desde 2023, el deterioro es más visible en la balanza comercial estricta.

Sin embargo, para García este déficit debe interpretarse con cautela: “No estamos ante un desequilibrio por sobreconsumo interno, sino ante un proceso de inversión y expansión que requiere maquinaria e insumos importados. Esto es normal en países que están ampliando su estructura productiva”.

El vicepresidente de la UIP señala además que parte de esta dinámica está relacionada con la Inversión Extranjera Directa (IED) orientada a la producción, cuyo ingreso se refleja inevitablemente en la importación de tecnología y equipamiento.

Dependencia de insumos y el desafío de la industrialización

A pesar de los avances, la industria paraguaya sigue dependiendo de insumos importados, especialmente en sectores sensibles como el químico, el metalúrgico y los derivados del petróleo. Esta situación, explica García, genera vulnerabilidad frente a shocks externos, aumenta los costos logísticos y expone a las empresas a las fluctuaciones del tipo de cambio.

Sin embargo, también destaca los avances recientes: “Hemos visto mejoras en sustitución parcial, sobre todo a través del reciclaje y la economía circular. Pero nuestro desafío es mucho mayor: necesitamos escalar en complejidad productiva, transformar más y agregar más valor”.

El camino, afirma, es claro: Paraguay debe continuar profundizando su estructura industrial, mejorar su productividad y fomentar la innovación tecnológica. Este proceso permitirá no solo reducir la dependencia de insumos importados, sino también incrementar los ingresos por habitante.