Llegamos a finales de mayo y podemos decir que estamos teniendo un buen año, tanto en consumo local de carne de ave como en exportaciones. El año pasado se logró un récord de envíos, con el ritmo actual podríamos superar el 2024. Sin embargo, la confirmación de la presencia de gripe aviar H1N1 en Brasil, el mayor exportador de carne de ave en el mundo, podría cambiar el escenario para nuestro país.

Al ser una potencia en producción y exportación de pollos parrilleros y el cierre de mercados de China y Europa, dejan a Brasil con un excedente de producción que deberá colocar en otros países, y podría llegar a espacios a los que actualmente Paraguay exporta. Hasta el momento, no vemos demasiados cambios.

En cuanto a la posibilidad de que ingrese a Paraguay carne de pollo del Brasil, existe un gran temor, creemos que hasta ahora se mantiene un buen control de productos, pero debemos estar atentos en todo momento.

La dinámica de la comercialización es intensa. Actualmente, nuestros principales mercados son Irak (40%), Albania (20%) y Vietnam (16%). Este año tenemos la esperanza de que el mercado de Taiwán se abra, sin embargo como se presentan las cosas, y de acuerdo a una última auditoría, podría Filipinas llevar nuestra carne en los próximos 60 días, con un volumen interesante de compra.

Más allá de ser un país mediterráneo, el costo de flete nos juega muchas veces en contra, y a pesar de no contar con aranceles preferenciales, el precio que manejamos sigue siendo competitivo, gracias a la buena producción de maíz y cuya cosecha entra en su recta final.

Si hablamos de nuevas empresas en el rubro avícola de producción de carne, creemos que este año no habrá muchas novedades, sí el próximo, y eso será interesante. En el rubro de producción de huevos el panorama es diferente, entraron nuevos jugadores y el mercado crece.

Paraguay tiene aún mucho por hacer en la producción de pollos parrilleros, sea en la aplicación de tecnologías en granjas, así como en el valor agregado y procesamiento de alimentos. El paraguayo consume más pollo, hoy llega a los 34 kilos per cápita al año, y va en aumento, algo que dependerá del fortalecimiento del poder adquisitivo.

Lo que pasa en Brasil y el excedente de carne por falta de mercados no es algo que puede afectar solo a Paraguay, nuestros vecinos son gigantes y su producción le precede, por tanto, creemos que toda América podría sentir el impacto. Tenemos fe de que se solucione rápido, pues no hay otros países que puedan proveer el volumen de producción que China y la Unión Europea necesitan.