Soja: en sus marcas, listos, fuera

Paraguay ocupa el tercer lugar como mayor exportador de soja en el mundo y a partir del 1 de septiembre arranca oficialmente la siembra 2025/2026. En el mercado existen 99 variedades de semillas certificadas de soja a disposición de los productores. Se viene la nueva campaña y ABC Rural conversó con tres expertos: Olinda Ocampos, Dólia Garcete y Santiago Gaspar Benítez, sobre los desafíos, problemas a resolver y oportunidades que no se pueden perder en esta nueva campaña.

Soja: en sus marcas, listos, fuera
Soja: en sus marcas, listos, fueraZoran Zeremski

Paraguay ocupa el tercer lugar como mayor exportador de soja y es el sexto mayor productor en el mundo. El año pasado ingresaron al país US$ 4.000 millones por concepto de exportación del producto. Es por ello que cada campaña de soja es un hito nacional y la Asociación de Productores de Semillas trabaja con gremios, empresas y productores para que el uso de semillas legales siga creciendo, como la base y primer punto de partida de un proceso exitoso.

En el año 2015 había aproximadamente 45 variedades de soja que estaban siendo multiplicadas y sembradas. Para esta campaña los productores tienen la posibilidad de elegir entre 99 variedades de semillas de soja para arrancar con su siembra, lo que significa un gran avance, tomando en cuenta el crecimiento del 100% en comparación con 10 años atrás, sostiene la directora ejecutiva de la Asociación de Productores de Semillas (Aprosemp), Dólia Garcete.

Soja: en sus marcas, listos, fuera
Soja: en sus marcas, listos, fuera

Tecnología en una sola semilla

Hay un gran avance en investigación y proyección. Las nuevas variedades tienen mucha información genética que aporta gran capacidad de producción en situaciones adversas como la sequía, tolerancia a problemas de enfermedades y plagas, e implica un menor uso de productos fitosanitarios, adaptación a diversos ambientes, mayores cajas productivas y rendimientos. Todos estos factores suman puntos positivos para que los productores apuesten por un campaña con semillas legales.

Avances reflejados en la economía

“El avance de la ciencia y tecnología para toda la producción se ve reflejado en la economía del país, que se inicia con las semillas. A partir de ahí le damos oportunidad para que se mejoren los equipos para la siembra, para la cosecha, los equipos para procesamiento, productos para tratamiento de semillas, productos para que rindan mejor, y que se presenten mejores oportunidades a todos los sectores”, comenta la directora ejecutiva.

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35% área de semillas certificadas

El 35% del área sembrada es trabajada con semilla certificada, mientras que el resto son bolsas blancas, ilegales o sin certificación, sostiene la doctora Garcete. Según el Senave, el 40%, aproximadamente, son semillas certificadas producidas; sin embargo, muchas veces no se venden todas y se llega a un total de 35% de uso; mientras que el 65% de las semillas de soja sembradas es de otro tipo de origen.

Semillas legales pueden cubrir 1,8 millones de hectáreas

La superficie semillera de soja también ha aumentando. En dos zafras creció casi el 40%; por ejemplo, en la última zafra (2025) hubo 90.970 hectáreas de semillas certificadas sembradas, mientras que en la zafra anterior hubo 70.000 hectáreas que fueron de zafra semillera. “Eso significa que vamos a tener una cantidad importante de semillas. Por lo tanto, si nos concentramos en que Paraguay siembra en promedio 3.500.000 hectáreas de soja (zafra y zafriña), con la cantidad de hectáreas de semillas certificadas sembradas equivaldría más o menos a casi un millón ochocientos mil hectáreas, que se podrían sembrar con semillas certificadas.

Cifras de soja
Cifras de soja

Inversiones en juego

Sobre el uso de semillas ilegales o bolsas blancas, Garcete reconoció que, de acuerdo a los datos, casi el 70% de las semillas que se están sembrando es de origen desconocido o sin certificación. “Es lamentable, y es casi cultural no querer utilizar un material aprobado, que tenga identidad, origen y, más que nada, dueño”, sostiene.

De acuerdo a la directora, algunas personas o sectores sostienen que la semilla se puede usar porque es algo que está en la naturaleza; sin embargo, según explica Garcete, esa semilla tuvo una evolución gracias a la investigación, donde alguien invirtió tiempo y dinero, y es dueño de esa tecnología, para que el productor pueda obtener mayores rendimientos.

Combinaciones peligrosas

De acuerdo a la directora ejecutiva de Aprosemp, hay productores que compran una nueva variedad de soja de las empresas legales o compran de contrabando y la multiplican, sin tomar en cuenta que ese grano mantiene su vigor, su genética, incluso el productor puede usar un tiempo.

Sin embargo, según explica Garcete, con el maíz, que tiene alta genética, hay productores que realizan cruzamientos como si fuera una actividad normal; sin embargo, esto es una actividad peligrosa, pues representa una amenaza a la inversión y al medio ambiente.

Según la Parpov, hay manipulación genética y uso ilegal

Por su parte, la directora ejecutiva de la Asociación Paraguaya de Obtentores Vegetales (Parpov), Olinda Ocampos, expresa la preocupación en relación con el uso de bolsas blancas de semillas ilegales, pero lo más grave –sostiene– es la manipulación genética de variedades e híbridos.

“Estamos expectantes en torno a lo que va a ser esta nueva campaña de soja 2025/2026, sobre todo porque cada año debemos tener cierta previsibilidad en lo referente al mercado de semillas. Además, estamos en contacto con Senave, analizando la emisión de etiquetas, una forma de medir la cantidad de bolsas legales disponibles para este año, y a partir de allí haremos una previsión”, cuenta Ocampos.

Para la directora existe miedo, de acuerdo a los datos e información, que el promedio del 30% de semilla certificada disminuya para esta campaña. Parpov trabaja con genética que dispone de eventos biotecnológicos y cuando hay un mercado informal se registra una alta tasa de productos que vienen de contrabando, que se multiplican para la venta, y se presta a una manipulación genética, cuyo producto es posteriormente comercializado con los productores como “legal” con genética y marca; es decir, con nombre y apellido.

Posteriormente, el productor toma y asume que esa variedad va a cumplir con todos los estándares; sin embargo, hay una gran proporción de hectáreas sembradas con semillas sin origen conocido, que no se puede asegurar su genética.

Soja: en sus marcas, listos, fuera
Soja: en sus marcas, listos, fuera

Limitaciones

Por otra lado, explica Ocampos, no todas las empresas ponen a disposición del productor su tecnología en semillas, tomando en cuenta que deben salvaguardar sus materiales y su biotecnología, lo que finalmente afecta a los productores que no pueden contar con variedades más rendidoras o tolerantes a problemas, lo que incluso económicamente podría generar mejores ganancias al sector.

Semilla sin certificación

La semilla mejorada con tecnología tiene un valor estratégico, que permite obtener mayor eficiencia productiva de los recursos: suelo, fertilizantes, herbicidas, insecticidas, agua, mano de obra, etc., lo que la diferencia del grano no tratado, y los productores no deberían considerar como semillas útiles aquellas adquiridas de manera ilegal, que no tienen ningún tipo de control, manejo e investigación y que tampoco cumplen los estándares básicos de calidad.

Senave destaca crecimiento de semillas legales

El Ing. Agr. Santiago Gaspar Benítez Vera, director de semillas del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), entidad encargada de regular y fiscalizar la producción y comercialización de semillas, comentó que están recibiendo las solicitudes de las empresas productoras de semillas, que hacen sus pedidos de etiquetas y su homologación.

De acuerdo a la información del Senave, se han sembrado 90.368 hectáreas de soja para semilla, en comparación con la campaña anterior, que registró 71.723 hectáreas, representando un 25% de aumento de la superficie sembrada.

“A esto podemos sumarle que en la campaña anterior un total de 34 empresas presentaron su plan de producción, y en la última campaña agrícola se presentaron 36 empresas, lo cual da mucha esperanzas para esta campaña”, comentó Gaspar Benítez.

Preocupa tema de bolsas blancas

“El tema del uso de semillas de ‘bolsa blanca’ es algo que preocupa; debemos seguir buscando los mecanismos para intentar lograr que los productores entiendan que utilizar este tipo de materiales es ilegal”, sostiene Gaspar.

La administración del Senave mantiene la propuesta de trabajar en conjunto con la Asociación de Obtentores Vegetales del Paraguay (Parpov), la Asociación de Productores de Semillas del Paraguay (Aprosemp) y la Unión de Gremios de la Producción (UGP), buscando reactivar la mesa de semillas, para llegar a un punto de equilibrio en el que los productores sean conscientes de los beneficios del uso de semillas certificadas para garantizar la calidad genética superior, identidad y pureza garantizada, permitiendo una trazabilidad.

Sobre la responsabilidad del Senave para accionar en casos de comercialización o uso de semillas ilegales, hay que tomar en cuenta que la autoridad pública tiene la potestad para llegar a una chacra o verificar depósitos donde se podría estar usando este tipo de semillas; sin embargo –destaca Benítez– se requieren denuncias formales. “Debemos ser honestos, pues esto es más complejo que solo llegar e intervenir, ya que se requiere de mucha capacidad logística para estar en todos lo lugares que se presume hay comercialización de semillas no certificadas”.

Resultados

El país se adhirió al esquema de semillas de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), logrando que los productores de semilla puedan exportar bajo estándares internacionales.

Por otra parte, la Agencia Espacial del Paraguay utiliza tecnología geoespacial y datos satelitales para la optimización de la inspección de parcelas semilleras y ensayos de evaluación agronómica con el objetivo de georreferenciar y estandarizar informaciones, generar alertas y promover información técnica confiable y oportuna que respalde la toma de decisiones, optimizando la utilización de recursos humanos para la inspección a campo. Finalmente, el Servicio Nacional está trabajando en la digitalizacion de los procesos.

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