Según Néstor Zarza, la producción de huevo está en auge. En los últimos dos años, la producción y el consumo crecieron un 20%, una cifra que refleja la fortaleza de este rubro en la cadena alimentaria.
Indicó que actualmente, el país registra una producción media de 3,7 millones de huevos diarios, lo que equivale a un consumo de 220 huevos por persona al año. Sin embargo, a pesar del avance, Paraguay sigue ocupando el último lugar en la región. “Seguimos siendo uno de los países más bajos en consumo. Todos los países de la región están por encima de los 220 huevos anuales per cápita”, señaló.
El titular de la Avipar, mencionó que las cifras regionales ponen en perspectiva el desafío pendiente: México lidera con 378 huevos por persona al año, Argentina 370, Colombia alcanza los 291, Uruguay con 247, Brasil con 242, Chile con 240, y Paraguay cierra la tabla con 220 huevos.
El promedio local aún está lejos de los referentes continentales, sin embargo, el dirigente asegura que la tendencia seguirá en alza: “Creo que el consumo en nuestro país seguirá subiendo, por ende la producción también”.
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11.000 empleos directos en zonas rurales
El impacto del sector en el empleo es contundente. De acuerdo a Zarza, más de 10.000 personas trabajan de forma directa en granjas avícolas, la mayoría en zonas rurales. Si se incluyen los puestos indirectos —logística, infraestructura, distribución— la cifra es aún mayor.
Además, a criterio de Zarza, en comparación con otros rubros del agro, la industria del huevo se caracteriza por su alto nivel de formalización: los trabajadores cuentan con seguridad social y salarios ajustados a la legislación laboral.
En un país donde muchos alimentos se ven afectados por distorsiones de mercado, el huevo marca la diferencia. “Los precios se forman exclusivamente por oferta y demanda. Es un rubro que compite libremente gracias a la cantidad de productores distribuidos en todo el país”, explicó el presidente de la Avipar.
El presidente sostiene que el valor del huevo, no obstante, es cíclico. En la actualidad atraviesa una etapa de baja, aunque los incrementos registrados en otros momentos responden a fenómenos normales como la inflación o picos de mayor demanda.

Central, el corazón de la producción
Zarza cuenta que la zona de mayor producción es el Departamento Central, debido a su cercanía con Asunción, el principal mercado consumidor, seguido de Paraguarí, Caaguazú, Villarrica e Itapúa como polos de desarrollo.
En el país operan al menos seis grandes industrias dedicadas a la producción de huevos, complementadas por medianos y pequeños productores que aportan dinamismo al mercado interno, sostiene el dirigente gremial.
Respecto al avance tecnológico, sostiene Zarza, marca la diferencia. “Gran parte de las granjas cuentan con instalaciones modernas importadas de empresas de prestigio internacional, acompañadas de profesionales capacitados que logran altos niveles de eficiencia. Hoy, la producción paraguaya no tiene nada que envidiar a cualquier industria del mundo”.
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El sector además avanza en materia de normas de calidad y comercialización, aunque aún son de aplicación voluntaria. La prioridad es fortalecer la bioseguridad y cumplir con exigencias sanitarias que permitan a futuro la exportación de huevos frescos, sostuvo.
Influenza aviar, el gran desafío
El mayor riesgo para el sector es la influenza aviar, considerada por Zarza como “una espada de Damocles” que amenaza a la producción. “El desafío siempre es el tema sanitario; en general se controla con bioseguridad y las vacunas; pero el gran desafío de los últimos tiempos es la influenza aviar; que solamente se mitiga con bioseguridad; y la vacuna aún no es una herramienta de uso general; su aplicación sigue siendo muy controvertida”, explicó.
Sostiene que el trabajo conjunto con el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) es clave. “Este organismo cumple un rol estratégico tanto en el aspecto sanitario como en la apertura de nuevos mercados de exportación”.
Más allá de los riesgos, Zarza se muestra optimista respecto al futuro del huevo en Paraguay.
Entre los factores que sostienen esa visión están su versatilidad en la cocina, la facilidad de preparación, su alto valor nutricional, la disponibilidad permanente en el mercado interno y, sobre todo, su precio accesible en comparación con otras fuentes de proteína animal.
Otro aspecto en el que la industria avícola viene trabajando, explicó Zarza, es la gestión ambiental. “La mayoría de las granjas cuenta con plantas de tratamiento de estiércol, ya sea mediante secado o compostaje, reduciendo el impacto ecológico de la producción”.
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Exportación: Singapur abre la puerta
Un hito reciente es la habilitación recibida por Paraguay para exportar huevos procesados a Singapur —en polvo, cocinados o pasteurizados— aunque aún no están incluidos los huevos frescos.
El mercado asiático representa una oportunidad gigantesca: US$ 700 millones para el agronegocio paraguayo, una cifra que se suma a las habilitaciones ya vigentes en carne bovina, porcina y aviar. El presidente de Avipar destacó otro dato no menor: el 95% de la producción de pollos y huevos se realiza íntegramente en Paraguay, incluyendo el alimento balanceado elaborado a partir de maíz y soja.