Este miércoles, el Parlamento Europeo decidió por mayoría de votos simplificar el reglamento 1115 de deforestación, para facilitar su aplicación. Anteriormente ya habían pospuesto su aplicación, entre otros ajustes para facilitar su aplicación.
En su momento, la asesora de Comercio Exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Sonia Tomassone, había explicado que el principal desafío de la normativa ambiental europea es el gran volumen de información requerido y su segregación. Es decir, cómo la Unión Europea tendrá certeza de la trazabilidad de los productos, sobre todo en rubros más complejos como la soja en cuya cadena intervienen varios actores.
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La simplificación
Justamente, considerando ese tipo de señalamiento -que además de Capeco, también sostuvieron referentes privados de otros países-, los europeos decidieron flexibilizar la normativa. Ellos consideran que la responsabilidad de presentar una declaración de diligencia debida debería recaer en las empresas que introducen primero el producto en cuestión en el mercado de la UE y no en los operadores y comerciantes que lo venden posteriormente.

Los cambios introducidos también reducirán las obligaciones de los micro y pequeños operadores primarios, que ahora sólo tendrán que presentar una declaración simplificada única.
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Más tiempo
Como parte de la simplificación, el bloque europeo resolvió también que las empresas dispondrán de un año adicional para cumplir con las nuevas normas de la Unión Europea destinadas a prevenir la deforestación.
“Los grandes operadores y comerciantes deberán cumplir las obligaciones de este reglamento a partir del 30 de diciembre de 2026, y las microempresas y pequeñas empresas a partir del 30 de junio de 2027”, apuntaron desde el bloque.
Según se comunicó, este plazo adicional pretende garantizar una transición fluida y permitir la aplicación de medidas para reforzar el sistema informático que los operadores, comerciantes y sus representantes utilizan para realizar las declaraciones electrónicas de diligencia debida.
Sistema de trazabilidad
Desde hace años, el agro paraguayo trabaja en un sistema de trazabilidad que demuestre que la producción que envía al bloque europeo proviene de terrenos no deforestados desde finales de 2020, tal como establece el reglamento 1115 para rubros específicos. En el caso de Paraguay, esta medida rige para la soja, la carne bovina y la madera.
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Para Héctor Cristaldo, de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), la ley europea es un freno para el desarrollo. En el futuro, según Cristaldo, se ampliará a otros rubros, como el maíz, arroz, carne de cerdo y algodón.
No obstante a las críticas, Paraguay se viene preparando y dispondrá de dos plataformas para adecuarse a la norma europea, que son: el Sistema de Identificación de Soja y Derivados (SISE-UE), que avanza en su proceso de implementación; y el Registro de Establecimientos con Trazabilidad Socioambiental (Retsa), que se tendrá más adelante.
