Muchos productores paraguayos no están estabilizados en sus negocios financieramente hablando, por falta de conocimiento y es necesario comprender los desafíos que enfrentan si desean seguir en el sector rural para solidificar su sistema financiero.
Radiografía financiera de las empresas familiares
La realidad es que la mayoría de las empresas del agro en Paraguay son emprendimientos familiares. Esto implica que los problemas financieros del negocio impactan directamente en la vida personal y familiar, llegando hasta consecuencias difíciles.
Una evaluación reciente realizada por la consultora identifica tres grupos principales en el campo:
- 60% de las empresas familiares tienen deudas que superan su capacidad de pago.
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- 30% están estabilizadas, pero carecen de la liquidez básica para operar y recurren a préstamos para financiar el flujo de caja.
- 10% tiene un flujo de caja operativa y de inversiones estructuradas dentro de su negocio.
La conclusión es clara: la gestión financiera deficiente es una realidad que debe ser atendida.
Primeros pasos: flujo de caja básico
El camino hacia la estabilidad comienza con un paso fundamental: la implementación de un flujo de caja básico. Esto implica registrar de manera sencilla y constante todas las entradas y salidas de dinero del negocio. Anotar facturas, créditos y movimientos es el punto de partida ideal para cualquier productor.
A nadie le gusta que lo llamen perezoso, que no quiere hacer sus números, pero es una realidad. Y esta es una de las cosas que duele escuchar, pero también creó mucha conciencia a productores en los últimos tiempos.
Endeudamiento y ahorro: manejo inteligente del riesgo
Uno de los temas más sensibles es el endeudamiento saludable. El concepto de “saludable” implica no trabajar al límite del crédito disponible. Los productores deben tener un margen de maniobra que les permita enfrentar situaciones imprevistas o factores exógenos como sequías, inundaciones u otros eventos climáticos. Estar sobreendeudado pone el negocio en grave riesgo ante cualquier adversidad.
En cuanto al porcentaje de ahorro que un productor debe guardar de sus ganancias, la respuesta es un “depende”. El porcentaje varía porque debe ser analizado en función del momento en el que se encuentra el productor. No existe un número exacto que aplique a todos; cada campo y cada caso son diferentes.
Todo productor tiene un momento de expansión y de estabilización. Esos dos momentos es importante comprenderlos de la mejor manera, para realmente definir qué porcentaje se puede ahorrar y qué porcentaje se debe invertir.
Lo esencial es que, sin importar el nivel del negocio, se debe empezar con un flujo de caja mínimo, es el primer y más importante paso hacia una gestión financiera sólida.
Asesor financiero y contable
