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¡Qué rara es la política paraguaya! Durante la campaña electoral, los ciudadanos son los mimados por los candidatos... en sus discursos. Pero cuando llegan al poder, gobiernan para su “Patrão”, familiares y amigos.
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Una vez más los “comunachos” tendremos que mantener el buen vivir de las autoridades y sus nepos. Alguna vez se cumplirá la letra del Himno Nacional: “Ni opresores ni siervos”.
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La receta del cartismo es más rara aún. No solo le meten la mano en el bolsillo a la gente con distintas decisiones sino que comienzan a recortar beneficios laborales. Y como los ciudadanos no se manifiestan, salvo los valientes que protestan por la suba del peaje en la ruta Luque-San Ber y Coronel Bogado, entonces hacen lo que quieren.
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Mientras tanto Santítere se pegará un nuevo paseo internacional. Irá a “figuretear” en EE.UU. en la asunción de Trump para dar gua’u esa sensación de que Washington, DC ya le quiere al “Patrão” y que en cualquier momento le van a perdonar sus frondosos “pecados”. Ver para creer.
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Desde las bases cartistas ya comienzan a manifestarse los descontentos porque saltan a luz dónde se ubicaron y cuántos ganan los cuates del poder, especialmente los nepos y parientes.
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Por eso lo que odian tanto a la prensa crítica porque no ignora las groserías presupuestarias. Y con la intención de hacer acallar todo intento de cuestionamiento, crearon la comisión “garrote”.
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Primero se tiraron contra las ONG... pero sospechosamente se olvidaron de la organización ligada al senador Gustavo Leite y a Opaci. Claro, para los amigos todo, para los enemigos palo, reza la frase stronista.
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Ambas ONG tienen respaldo político y no le molestan al Gobierno. Es más, una recauda para “la Corona”. Ergo: el “garrote” de esa comisión jamás les alcanzará. Pero si hacen análisis político serio, denuncian hechos de corrupción, tráfico de cigarrillos y otros, les caerán bajo la figura de la transparencia.