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Se anuncia un nuevo paro del transporte público y, a un año y diez meses de gobierno, Santiago Peña aún no presentó siquiera una esquela de posible solución de este grave problema nacional.
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Mientras tanto, la ciudadanía sufre una regulada permanente del transporte, soportando viajes en ómnibus sucios, chatarras, circulando en algunos casos de manera imprudente y como discotecas ambulantes, con total impunidad.
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Esos padecimientos no interesan al “Patrão”, a “Pinocho” Peña ni a sus “apóstoles” de “Horror Colorado”. Sus legisladores y aliados ñembo opositores perdieron un año con la absurda comisión “garrote”, que solo se formó para cobrar venganza política ordenada desde el “quincho”, tras la sanción de EE.UU.
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El Gobierno cartista se hace del guapito con Kattya y Prieto, pero tiembla ante los transportistas.
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Ni hablemos de la calidad e infraestructura de los hospitales públicos y de las escuelas públicas. Varios de ellos se caen a pedazos.
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Pero a la hora de los votos dicen gua’u defender la educación, se declaran antiglobalistas, antioenegeros, Dios, Patria y Familia, bla, bla, bla.
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La próxima semana, ante la Junta de Gobierno, “Pinocho” Peña irá a contarle a su “Patrão” que este país es de las mil maravillas. Y seguro que le aplaudirán los presentes, que son funcionarios públicos. El que se anime a cuestionar, perderá su trabajo... como mínimo. Así nomás será...
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El martes 1 de julio seguirá la parodia de lo “bien” que se encuentra el país. Nadie puede creer.
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El Ejecutivo y los parlamentarios cartistas y aliados no se hacen cargo del despiole que armaron con la ley de patente de rodados. Están creando zozobra en la ciudadanía a nueve días del vencimiento del plazo.
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Pero sí coordinan bien para aprobar leyes autoritarias como las electorales, anti-ONG, creación de universidades amigas, etc.