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Ni el certificado más grande de grado de inversión puede tapar esta verdadera burla del sistema jurídico al Paraguay. ¿Quién va a venir a invertir en un país como este que le deja libre a un condenado a 10 años por un retardo judicial?
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Seguramente los ñembo asesores de “Pinocho” Peña le sugerirán que diga que él no tiene nada que ver porque en Paraguay rige la independencia de poderes. ¿En serio? ¿Para qué cuernos entonces hace la cumbre de poderes para combatir gua’u la corrupción? Da la impresión que el objetivo real es otorgar impunidad. Los hechos así lo demuestran.
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Ojo que el peso político del N° 2 es de una onza y aún así logró libertad ambulatoria. Evidentemente tiene respaldo político “del más allá”.
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Imagínense qué puede pasar con el acusado senador colorado cartista Erico Galeano, quien el 19 de agosto se debe enfrentar a un juicio oral y público. A menos que vuelva a chicanear.
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Este sí es un protegido del “Patrão” porque si llega a hablar, se cae todo. Ergo: no le condenarán.
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“Pinocho” Peña les succionó las medias a los legisladores y hasta defendió la grosera jubilación VIP que poseen. No puede decir otra cosa porque “la aplanadora del bien” le aprobó leyes que favorecen a los amigos del poder y los “programas” estrella.
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Este impresentable le impone sacrificios económicos a la ciudadanía y ellos se pegan la gran vida. Hasta tienen el tupé de burlarse de la gente al intentar comparar beneficios que hay en países desarrollados con lo que pasa en el nuestro para justificar su postura.
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Imagínense que tengamos que darle una pensión de por vida a un expresidente paraguayo. La política en este país es la “fábrica” de producir ricos de dudosa procedencia. A la cepillada de “Pinocho” a los legisladores, la ciudadanía democrática le dice también que se dedique a gobernar para el país –como hacen los jefes de Estado serios y comprometidos– y no solo para los amigos como los “bananeros”.