******
Dirigió mal su rabia. Debería enojarse contra Contrataciones Públicas que dirige Agustín Encina en todo caso. Pero su valentía no llega a tanto para tirarse contra la DNCP, entonces remata contra el mensajero.
******
“Pinocho” Peña habló ayer en la Asamblea de la ONU como si fuese que gobierna un país poderoso. Ni medicamentos en los hospitales hay en Paraguay y exige la reforma del Consejo de Seguridad y que se elimine el derecho al veto.
******
Ni siquiera se animó a objetar leyes que atentan contra la transparencia en el país y habla a boca llena de veto en las Naciones Unidas.
******
Intenta posicionarse como un gran líder gua’u pero su imagen va cayendo en picada.
******
Debería primero explicar de dónde provienen los sobres con dinero que fueron encontrados en el quincho de Mburuvicha Róga, por qué faltan medicamentos en hospitales públicos, qué hará con la astronómica deuda del IPS, la caja fiscal, qué plan propone para combatir la desesperante inseguridad ciudadana, etc.
******
Solapadamente criticó a China pero compra “pupitres” de un empresario de ese país eludiendo el control de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas. ¿En qué quedamos?
******
Pero una vez más nos hizo pasar un papelón al tratar de presentar al Paraguay como si fuese que es Suiza y que la ANR y él despertaron un gigante dormido. ¡Por Dios! Dormidos se habrán quedados los pocos asistentes en la sala de sesiones.
******
Mientras “Pinocho” ingresaba al edificio de la ONU, en Paraguay el ciudadano de a pie estaba desesperado por saber si se hacía o no la huelga de choferes del pésimo servicio del transporte público, que no es capaz de resolver.
******
Los espantavotos del clan ZI se vieron obligados a ocultarse debajo de la alfombra para no perjudicar la candidatura de Roberto González Vaesken a la intendencia de Ciudad del Este. Ahora solo se presenta con la disidencia unida. Es un signo más de la pérdida de poder de “Horror Colorado”.