15 de abril de 2025
Desde pequeños nos explican que la Semana Santa es un tiempo de reflexión, donde la fe católica recuerda la pasión y muerte de Cristo, el hijo de Dios. Los tiempos han cambiado y las tradiciones han mutado, pero persiste en el imaginario colectivo la mística de estos días donde una pausa nos puede ayudar a pensar en nuestro actuar. Más allá de asistir a misa o celebrar las costumbres populares de estas fechas, siempre esperamos esperanzados que este tiempo de reflexión ablande el corazón de aquellos que desangran al pueblo sufrido.
Varias voces se alzan a favor del juicio político a Santiago Peña por todo cuanto se publica, documentadamente, sobre sus multimillonarios negocios. El constitucionalista, Hugo Estigarribia –exconvencional constituyente, exparlamentario- posteó: “Negocios privados vs. Interés público. Peña, atrapado en conflicto de intereses, debe ser objeto de juicio político sin importar que no se obtenga, ahora, los votos en Diputados. La oposición debe iniciar el proceso por la institucionalidad de la República”. A continuación, cita los artículos 225 y 237 de la Constitución Nacional que avalan el pedido.
Luciana es enfermera y está jubilada. Desde noviembre de 2023 comenzó a sufrir un descuento de 1.450.000 guaraníes al mes, por un embargo del que dijo que ni siquiera fue notificada.
Ya sea por Plauto o por Hobbes la frase de que “el hombre es el lobo del hombre” cobra hoy otro sentido a la luz del reciente anuncio de que han “revivido” mediante experimentos genéticos al Lobo Terrible (huargo), extinto hace más de 10 mil años; esto abre un debate sobre la desextinción y los alcances del poder humano.
El informe de la Contraloría General, que sobre la inspección de 300 escuelas confirma graves irregularidades en la provisión de almuerzo en el marco de Hambre Cero, es una clara muestra de que en el Gobierno de Santiago Peña, el hambre que quieren saciar no es el de los niños, sino el suyo propio, porque tienen hambre... de dinero y de poder.
Resulta repugnante ver cómo, en Paraguay, el uniforme de la Policía Nacional, que debería inspirar confianza y respeto, se mancha cada semana con nuevos escándalos. Los casos recientes no hacen dudar de que una parte de nuestra Policía se está convirtiendo en una amenaza ciudadana.