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Desde que escuché el video estoy recordando donde puedo lo que produjo el “marzo del 99”: El gobierno más corrupto de nuestra historia, el más cercano al autoritarismo de nuestra democracia y el que destruyó la calidad de vida de los paraguayos como ninguna tragedia incluida la Guerra contra la Triple Alianza.
El solo hecho de que los mencionados al principio reivindiquen una tragedia como el “marzo del 99” ya los desnuda, los pinta de cuerpo entero. Cero estima por el Derecho. Cero respeto por la vida de la gente. Cero apego a la verdad. Oportunistas, inescrupulosos y mentirosos.
Los efectos del “marzo del 99” son inocultables y difícilmente haya alguien serio que se anime a negarlos sin arriesgarse a perder cualquier resto de credibilidad.
Pero no es tan conocido el camino que llevó a esa tragedia, que es el mismo que está transitando ahora la coalición señalada al principio.
El “marzo del 99” fue organizado por un sector de la Asociación Nacional Republicana (ANR), lo que entonces era el “wasmosismo”, la embajadora de Estados Unidos Maura Harty mediante USAID y demás agencias de su gobierno con acuerdos de gobernanza con instituciones paraguayas (especialmente las Fuerzas Armadas).
Se sumaron, como furgón de cola, la jerarquía católica, el PLRA, los grupos del “tercer espacio” y una articulación de periodistas de varios medios (posteriormente vinculados a ong).
Una composición bastante parecida a la que ahora amenaza con un nuevo “marzo del 99”.
Aquella vez sacaron de carrera al candidato presidencial de la ANR, Lino Oviedo, mediante un aberrante tribunal especial convalidado por una Corte Suprema genuflexa (como la venezolana o la rumana) y luego, deslegitimaron desde la prensa al gobierno elegido (Raúl Cubas) desde el día de su elección.
Así crearon las “condiciones subjetivas” para que el golpe de Estado que planeaban fuera aceptado, las que se concretaron tras el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña y los de los jóvenes de la plaza, que se apresuraron a atribuir a Oviedo mismo y cuya posterior investigación enturbiaron hasta lo imposible, incluido el asesinato de su testigo estrella, Gumercindo Aguilar.
Preguntada sobre la eventualidad de violencia para los días 25, 26 y 27, la senadora Amarilla ya afirmó con notable seguridad, que será responsabilidad del gobierno.
No sé si tendrán gran convocatoria. Aunque no es eso lo que necesitan. Violencia es lo que necesitan y para eso bastan unos pocos agitadores. Espero que nadie se llame a engaños.