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La disputa entre estos parlamentarios y los gobernadores chaqueños por la administración del dinero privó a los necesitados pobladores de las comunidades aisladas de ser asistidos de manera más rápida, lo que prolongó por más días este sufrimiento humanitario.
Finalmente, el Poder Ejecutivo promulga el texto sancionado por el Legislativo y ordena que dicho monto sea transferido a la SEN. Sin embargo, todo esto es por ahora solo en papeles, pues el mismo ministro Arsenio Zárate, titular de dicha secretaría, declaró que no por haberse decidido otorgar esta suma a la Secretaría de Emergencia Nacional ya se cuenta con el dinero.
“El Ministerio de Economía y Finanzas nos transferirá de acuerdo a la disponibilidad existente”, sostuvo Zárate, y, de acuerdo a lo recibido, se estará realizando la ayuda a los pobladores chaqueños, priorizando a los habitantes de los departamentos de Alto Paraguay y Boquerón, las zonas más anegadas por las aguas.
El secretario de Estado dijo, además, que primeramente se realizarán reuniones con las autoridades de ambas zonas para coordinar estas asistencias, siendo la provisión de alimentos a las familias aisladas la mayor necesidad a ser cubierta, y luego, cuando las aguas retrocedan, la reparación de los caminos.
Mientras se desarrolla todo este panorama de ‘burocracia’, los días pasan y el sufrimiento de las familias aisladas, sobre todo en el Alto Paraguay, en el distrito de Fuerte Olimpo, es cada vez mayor. Estas personas recibieron los 22 kilos de alimentos que contienen los kits entregados por la SEN el pasado 3 de abril, y desde entonces, solo han recibido promesas.
Son más de 700 familias de las zonas rurales de Fuerte Olimpo las que solo pueden ser asistidas por aire con la ayuda de un helicóptero, ya que actualmente, tras las continuas lluvias que no cesan, sus caminos se han convertido en verdaderos ríos por los que ni siquiera los tractores pueden transitar.
Conociendo la burocracia estatal, no sabemos cuándo serán asistidas estas familias, y esperemos que, cuando lo sean, se pueda duplicar la cantidad de kilos en cada kit de alimentos. Por lo pronto, una vez más, estos pobladores chaqueños, como en tantas otras ocasiones, están en manos de Dios.