La inyección letal no es más que un combinado de fármacos que en dosis excesivas causan la muerte; es utilizada en países que tienen la pena de muerte. ¿Los excesos pueden hacer daño? De hecho, consumir más de seis litros de agua en un corto lapso de tiempo, puede causar lo que se conoce como “intoxicación por agua”, que incluso puede causar la muerte.
Un soñado Gran Hospital del Sur en teoría suena como la respuesta más lógica para descongestionar el atosigado sistema de salud de esta región. Así lo entendió el Gobierno Nacional cuando inició el ambicioso proyecto que significó más de G. 200.000 millones. La megaobra constituye 40.000 m2 de construcción, lo que representa el doble del tamaño del recientemente inaugurado Hospital General de Coronel Oviedo (HGCO) y que pretende duplicar la capacidad de atención del actual Hospital Regional de Encarnación (HRE). Demandará a 3.500 funcionarios para mantenerlo activo en su primera etapa.
En contrapartida a esta “apuesta”, los servicios de salud actuales se verán resentidos, como el HRE, que será recategorizado a Hospital Distrital, diezmando su capacidad de atención. Además, experiencias del reciente HGCO marcan el desinterés de las autoridades sanitarias en mantener eficientemente operativo un centro asistencial que es de la mitad del tamaño del que representará el futuro Hospital General de Itapúa (HGI).
El lugar de la construcción está a 12 km del microcentro de la capital departamental y solamente está proyectado un acceso por la ruta PY06, más el trayecto del único acceso, de casi 2 km. Esto suma la problemática de que en el lugar, prácticamente inhóspito, no existen servicios cerca ni acceso a transporte público. Es más, ya se evidencian serios problemas de falta de acceso a señal de las telefonías en el lugar.
A todos estos huecos argumentales, se debe sumar la imperiosa necesidad del Gobierno por inaugurarlo antes del inicio del Rally Mundial, pues es un requerimiento de la organización contar con un hospital del quemado. Quisiéramos creer en que no se trata de un nuevo elefante blanco colosal, pero la experiencia nos trae nefastas referencias de que mucho de algo, no es garantía de que estaremos mejor. La ciudadanía debe estar atenta para exigir que esta gran inversión realmente genere beneficios y no se convierta en un nuevo fracaso del sistema de salud.