El contralor general de la República, Camilo Benítez, recurrió a un procedimiento poco habitual al solicitar directamente al Poder Ejecutivo, Ministerio del Interior, la intervención de los municipios de Ciudad del Este y Asunción. Lo hizo con una nota que incluía a los dos municipios en un solo mensaje, algo absolutamente inusual.
El mensaje político tácito era que se debían intervenir los dos de una vez, pese a tratarse de casos muy distintos. El hecho de que en uno estuviera un opositor (Miguel Prieto, en Ciudad del Este) y en el otro un colorado “cartista” (Óscar Rodríguez, en Asunción) debía entenderse quizás como un intento de mostrar ecuanimidad.
Hace mucho que Prieto estaba en la mira del cartismo. Exactamente desde que ganó las elecciones en Ciudad del Este y desalojó al zacarismo del poder. A Prieto le llovieron y le siguen lloviendo denuncias judiciales.
Evidentemente, es visto como un adversario electoral de riesgo a futuro y la intención es sacarlo ahora de la carrera, como ya hicieron con la exsenadora Kattya González.
Igual que con la legisladora, el cartismo no tendrá escrúpulos y utilizará todos los recursos que tiene a mano: políticos, judiciales y de cualquier otra índole.
Sobre el intendente asunceno Nenecho Rodríguez, algunos especulan que podrían salvarlo alegando que lo suyo “solamente” fue una malversación de fondos. Es decir, la plata que debía destinarse a obras la uso para pagar salarios de funcionarios. Pero, supuestamente, no robó. Algo difícil de creer.
Sin embargo, también es cierto que Nenecho, a esta altura, ya no le sirve al cartismo ni a nadie. Por eso, tampoco tendrían miramientos para sacarlo del medio. Total, quedará un colorado a cargo del municipio capitalino.
Es posible que algunas denuncias contra Prieto tengan asidero, pero hay numerosos municipios del país denunciados por las Juntas Municipales y también otros ya auditados por la misma Contraloría, con graves irregularidades que no son molestados.
Los diputados cartistas que definirán la posible destitución de Prieto son los mismos que protegen de la justicia desde hace años, de manera vergonzosa, a su colega Esteban Samaniego
No lo sé, Rick, lo que están haciendo y apuntan a concretar parece demasiado obvio...