Ya sabemos que la pobreza, la falta de educación y no tener trabajo llevan a esta situación que empeora cada día. La inseguridad crece y aumenta la cantidad de chespis y moto asaltantes, a lo largo y a lo ancho del país. Si se realiza un censo nacional sobre jóvenes que no trabajan, vamos a asombrarnos de la cantidad de jóvenes sentados en las esquinas de los barrios sin hacer nada.
El doctor Francia recorría por todos lados y si encontraba un vago por las calles, lo mandaba a carpir o a trabajar. Claro, ya no estamos en época del doctor Francia, que era un dictador. Un dictador muy honesto y patriota, por cierto. Ahora, ya estamos en tiempos de derechos para todos. Tiempos de tecnología e inteligencia artificial.
Entonces, menos todavía se justifica que existan jóvenes sin ocupaciones y sin ganar dinero. Pero para eso, hay que formar les, capacitarles y darles oportunidades para salir adelante.
Siempre se dijo que hay que llevarles a escuelas de oficios: carpintería, electricidad, plomería, mecánica automotriz, pintura, panadería, peluquería, albañilería y tanto más que existe y se necesita en el mercado. Cualquier oficio hoy día se paga bien y los jóvenes pueden superarse. SNPP y Sinafocal están para eso y las escuelas vocacionales como Carlos A. López qué está en barrio Pinozá y se construyó con la ayuda de Japón. Que Santi Peña pida a Japón una ayuda para construir 10 escuelas vocacionales. De alguna manera hay que enfocar a los chicos hacia trabajos y no dejar que se pierdan en cerveza, farras y celulares.
Otra idea es donar computadoras y que las telefónicas den más barato el Internet.
Tenemos chicos con talentos que pueden hacer música nueva, crear videos educativos y usar las redes para educar, viajar, mostrar lugares y hacer documentales. Es enorme la cantidad de cosas que pueden hacer para desviarse del mal camino. Muchos empresarios pueden aportar con dinero para estos proyectos.
No es difícil. Tampoco es imposible. Todos los países como Nueva Zelanda, Singapur, Costa Rica y tantos más, brillan por poner la educación en primer lugar.
No es solamente educar leer mucho o ser intelectual. Hablar bien o escribir bien. A nuestro país, le falta mucho para un desarrollo integral y pensar en ese bono demográfico tan valioso que es la juventud.
El grupo que va de 18 a 50 años, a mi entender, es muy joven. Bien nutrido y preparado puede forjar la patria soñada. Hace falta una voluntad firme y decidida de parte de las autoridades nacionales. Tenemos presidente, diputados, senadores, gobernadores, intendentes y concejales. Demasiada gente que se cuelgan del Estado y que tienen que trabajar más por el país y deben mucho a sus votantes. Que piensen menos en sus bolsillos y hagan más cosas buenas.
Más del 60 % de los jóvenes en Paraguay conforma la población. Si los que están arriba procuran que todos estudien y trabajen, sería una maravilla. Ya va por dos años este gobierno y se ha vuelto muy impopular por la inseguridad y por llenar de su gente los entes. Sería bueno que recorran los barrios para darse cuenta de la triste realidad de una gran parte de la juventud, especialmente los barrios marginales. Se vende muchas drogas y hay alto índice de consumo. Ni hablar de robos y asaltos qué de eso nadie se salva. Hay mucha plata en Paraguay pero también mucho robo en el Estado que es la gallina de los huevos de oro qué todos apetecen. Le tienen mucha hambre a las cosas del Estado, que no pertenece a esas autoridades. Es dinero de todo el pueblo que paga sus impuestos. Los jóvenes se merecen un futuro mejor y los políticos tienen que trabajar para eso.
Caso contrario, perderán a los votantes y tendrán que olvidarse de la política. Y se tienen que ir a plantar mandioca. Lo que no estaría nada mal por supuesto.
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