Peña se falta el respeto

El presidente Santiago Peña continuamente se falta el respeto a sí mismo, a la Constitución, al Congreso y a la ciudadanía.

A esta altura, parece que ni a él ni a su entorno les importa ya guardar las formas y simular al menos que es el quien gobierna en el Paraguay.

El informe de gestión anual que irá a brindar ante la Junta de Gobierno del Partido Colorado, presidida por el expresidente Horacio Cartes, antes de hacerlo ante el Congreso, como marca la Constitución, no es un episodio aislado sino uno de varios gestos políticos que exponen la sumisión del presunto primer mandatario del país.

Si el Parlamento tuviera un resto de dignidad, debería emitir una declaración sobre esta cuestión, ya que se trata de una ofensa pública.

Lo que hará Peña al priorizar a su partido político antes que al poder del Estado donde reside la representación popular, revela cuáles son sus principios y prioridades.

Todos saben que Peña llegó hasta donde llegó porque a Cartes se le ocurrió ponerlo como candidato utilizando al Partido Colorado como plataforma electoral, aprovechando la fidelidad de sus afiliados y la inescrupulosidad y codicia de muchos de sus dirigentes.

Paradójicamente, Peña, que en su discurso en el evento de la ultraderecha Foro Madrid realizado hace unos días, donde se declaró anti-socialista, copia las prácticas de países como China o la exUnión Soviética en las que el Partido único está por encima de la Constitución o leyes políticas.

Es increíble que a tantos años de dejar atrás la dictadura stronista, la nueva dirigencia colorada incurra en la práctica de realizar actos partidarios en instituciones públicas, como si ellas fueran solo de su partido y no de toda la ciudadanía.

Hace pocos días, el verdadero detentador del poder, Cartes, expresó en Yaguarón que debían “recuperar” la intendencia, ahora administrada por un liberal.

En realidad, tanto a Cartes como a su figurilla Peña, les gustaría que no existan ni partidos opositores ni ningún crítico, según lo demuestran con su disgusto y las persecuciones contra quienes no les hagan loas.

Quizás estos gestos autoritarios y violaciones a la ley y la Constitución que realizan impunemente no tendrán consecuencias en lo inmediato ya que manejan el Poder Judicial.

El problema que los puede condenar es que muy pocos “están mejor” con este gobierno porque Peña se ocupa solo de su propio bienestar sin importarle cumplir al menos algo de todo lo que prometió en su campaña.

mcaceres@abc.com.py

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