Una de las víctimas fatales, un bebé de apenas 15 días de haber nacido, se encontraba en la franja de los más susceptibles de contraer enfermedades respiratorias; la segunda víctima es otro niño pequeño, tenía poco más de un año.
Los dos fallecidos tenían en común, que ninguno había recibido la inmunización y ambos accedieron de forma tardía a un servicio profesional de salud, según los administradores de Salud Pública de la zona.
Otro dato a considerar es que, al detectarse que los pacientes desarrollaban el tipo grave de cuadros respiratorios, era necesario someterlos a cuidados intensivos y resulta que en Pedro Juan Caballero no se dispone de terapia neonatal ni infantil.
En ese escenario de falencias en los servicios de salud a nivel departamental, ambos pacientes tuvieron que ser derivados a la capital del país, lo cual significa que todo ese tiempo que se debió utilizar para evitar la progresión de la enfermedad con una asistencia inmediata, se tuvo que emplear en traslado de los pequeños, que finalmente no sobrevivieron.
Las cifras expuestas por los responsables de pediatría y vacunación de Pedro Juan Caballero son preocupantes. Informaron que hubo un gran aumento de cuadros respiratorios en coincidencia con el inicio de la temporada de bajas temperaturas manteniendo unos 34 internados, entre el área de internación propiamente dicha como también los que quedan en camas colocadas en el área de urgencias del mismo servicio.
Subió también sostenidamente el número de consultas relacionadas con problemas respiratorios. Por su parte, desde el servicio de vacunación mencionaron un dato llamativo: solo el 50% de los pobladores que corresponden al grupo de riesgo, es decir, niños de 0 (cero) a 3 años y adultos mayores de 60 años, recibieron su inmunización contra la influenza en Amambay en esta campaña que inició en abril. El porcentaje refleja también el fracaso en materia de cobertura de los grupos de riesgo.
Es deber de las autoridades de Salud Pública de Amambay, prestar especial atención a las cifras registradas e implementar estrategias para mejorar la calidad de la atención, ya sea para prevenir enfermedades o asistir en tiempo oportuno cuando el cuadro patológico ya está instalado. Solo así se evitará que más familias se enluten a consecuencia de las enfermedades respiratorias en Amambay.