Sigamos estando a la altura

Desde este mismo espacio, hace dos semanas hacíamos un llamado a estar a la altura de las circunstancias. El motivo: Paraguay vestía sus mejores galas para recibir al rally mundial, con epicentro en el sur del país. Era un desafío enorme en cuanto a organización, logística, comportamiento ciudadano y hospitalidad. La consigna era sencilla, pero exigente y desafiante: demostrar que podíamos ser anfitriones de primer nivel.

Hoy, todavía con el eco de los motores que retumbaron en Itapúa, podemos afirmar sin temor a exagerar que no solo se cumplió con las expectativas, sino que se las superó ampliamente. Se vivió una verdadera fiesta deportiva y social, donde el país entero estuvo a la altura, dejando una imagen internacional que genera orgullo.

¡Bien ahí los organizadores! Merecen todo el reconocimiento por la precisión con la que se desarrolló cada etapa. Nada quedó librado al azar ni se hizo vaí-vaí: rutas señalizadas, controles estrictos, servicios de apoyo y un esquema de seguridad que funcionó con eficiencia. Fue el resultado de meses de trabajo puntilloso, y esto se notó en los detalles.

Mientras, otra prueba de fuego se desarrollaba, pero fuera de las pistas. El éxito también dependía de la gente, de cómo los paraguayos recibíamos a los visitantes, de la cordialidad y el respeto con que se vivía cada jornada. Nada que discutir: el público respondió con nota sobresaliente. Hubo alegría, entusiasmo y orden, elementos que, sumados a la amabilidad que nos caracteriza, crearon una experiencia única para locales y extranjeros.

Los beneficios económicos fueron igualmente palpables. Hoteles repletos, restaurantes colmados, estaciones de servicio que trabajaron sin pausa, comercios con ventas récord. Desde grandes cadenas hasta pequeños emprendedores sintieron el impacto positivo del evento. Como bien lo dijo alguien “hasta los dueños de casa se pusieron a freír empanadas y ofrecer hielo, todo se vendía”. Se vaticinó desde antes un “ganar-ganar”, y esa es la mejor señal de que el país sabe convertir oportunidades en realidades productivas.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Ahora, con la satisfacción de la misión cumplida, toca mirar hacia adelante. El calendario automovilístico nos presenta otro desafío gigante: a fines de octubre se corre el histórico rally del Chaco, que año tras año convoca a lo más granado del automovilismo nacional y suma eventualmente también invitados de afuera. Será nuevamente una cita de multitudes, con un éxodo de miles de personas hacia el agreste suelo chaqueño.

Se estima que, en promedio, entre 60.000 y 70.000 aficionados acuden a cada edición del rally del Chaco. Y no es para menos: ya es una competencia legendaria, cargada de mística y exigencia. El traslado masivo implica organizar caravanas de vehículos, prever sitios de alojamiento, asegurar espacios para comer, descansar y también garantizar la asistencia técnica y sanitaria en un ambiente no siempre amigable.

Además de la demanda logística, nos encontramos nuevamente con el intangible decisivo: el comportamiento del público. Porque si en el sur demostramos que se puede vivir la pasión del rally con orden y respeto, en el Chaco esto se debe replicar. Esa será la mejor manera de consolidar lo que empezó con el mundial: hacer de la buena conducta y la hospitalidad nuestra marca registrada.

La amabilidad paraguaya ya es reconocida y valorada. A ella debemos sumar responsabilidad y cuidado. Respetar las reglas, preservar el ambiente y apoyar la organización, siempre con la mejor predisposición. Son pequeños gestos que multiplican su efecto cuando se convierten en conducta colectiva. Y durante el rally chaqueño podemos demostrarlo nuevamente.

Si queremos construir una verdadera marca país, no hay mejor camino que este: mostrar que sabemos organizar, que somos alegres, responsables y hospitalarios. El sur nos dio una primera victoria en esa dirección. Ahora, el Chaco nos espera. Sigamos estando a la altura… porque lo que bien se empieza, hay que continuarlo mejor.

Enlace copiado