Zona de olvido

No existe dinero para reparar los caminos de tierra en Alto Paraguay; en los hospitales de la zona no se realizan cirugías de urgencia, a menos que sean programadas. En el Hospital Regional de Fuerte Olimpo, considerado cabecera del departamento, desde hace un año no se cuenta con anestesista, razón por la cual desde entonces no se realizan ni siquiera cirugías menores.

Las evacuaciones de pacientes a hospitales de otras regiones se dan de forma permanente a cualquier hora del día, sea por tierra, agua o aire. Es así común observar el aterrizaje del avión militar en horas de la madrugada en el aeropuerto de Fuerte Olimpo para llevar a algún enfermo de urgencia.

En el departamento se vive de la caridad de países extranjeros como la India, en la donación de embarcaciones ambulancias, atendiendo que precisamente la evacuación de los enfermos es la constante, debido a la falta de equipamiento de los hospitales, pero, por sobre todas las cosas, la carencia de médicos especialistas.

El presidente de la República, Santiago Peña, continúa con su falsa promesa de que asfaltará los caminos de la zona; sin embargo, apenas llueve, los pobladores son condenados a sufrir aislamientos sociales, no pueden salir de sus comunidades, ni siquiera para la compra de alimentos.

Fuerte Olimpo sigue siendo la única capital departamental del país, donde no existe un solo centímetro de asfalto, todos sus caminos son de tierra.

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Ahora, para mayor desgracia, la Municipalidad de Fuerte Olimpo baja de primera a tercera categoría, aunque en este último caso los responsables serían solo las actuales autoridades municipales, al menos así lo sostiene el Ministerio del Interior, pues no presentaron la rendición de cuentas de la ejecución presupuestaria.

En este panorama de desidia estatal, realmente es admirable la fortaleza que demuestran las personas que viven en estos lejanos lugares y se resisten a emigrar hacia otras regiones. Precisamente este amor y apego hacia estas tierras ya lo demostraron las personas durante el reciente aislamiento de más de 100 días que sufrieron.

Solo basta esperar que alguna vez las autoridades de turno del Gobierno central se acuerden de verdad de que el Alto Paraguay existe y, como lo dijera el presidente Peña, en este departamento existe toda una población que espera la llegada del progreso. Los altoparaguayenses buscan salir de esta zona del olvido.

calmiron@abc.com.py