El outsider

La precandidatura de Camilo Pérez a la intendencia de Asunción, impulsada por el movimiento Honor Colorado desde el Comité Olímpico Paraguayo (COP), llega como un guión viejo, repetido, pero vendido como algo “nuevo”.

El Partido Colorado busca nuevamente posicionarse electoralmente con una figura “outsider” que, en teoría, traería vientos nuevos y manos sin mancha de corrupción.

De esta manera, Honor Colorado busca imponer una narrativa como hacen sus propios líderes cuando reinauguran una plaza o alumbrado público, y con un discurso optimista. Venden como algo nuevo un hecho “histórico”, “sin precedentes”, pero era algo que se debía haber hecho, mínimamente, desde hace tiempo. De esta misma manera, ingresan una nueva pieza al tablero político, pero con las mismas trampas y mismas promesas.

Vale aclarar que la idea del “outsider” colorado ya es un clásico de nuestra historia política. En su momento, Óscar “Nenecho” Rodríguez, migró del entretenimiento a la política con una facha atractiva, verbo callejero y un estilo canchero que sedujo a un electorado cansado de las mismas caras. El resto de su historia es más que sabido: una gestión insostenible, una municipalidad llevada al borde del default, con denuncias de corrupción tan grandes que no se podían justificar y su renuncia inevitable.

Aquel aire de “nuevo” de Nenecho se esfumó, igual aquel empedrado bajo lluvia que se realizó bajo su gestión.

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Otro capítulo de un outsider colorado fue el de Hugo Javier, exanimador y voz de espectáculo y que llegó a la Gobernación de Central. Este llegó sonando moderno, carismático y popular. Pero se fue con la cabeza agachada, en medio de uno de los mayores escándalos de corrupción en la pandemia.

Pero concentrémonos en Asunción, en donde el mismo bando político que le llevó al abismo, hoy promete su propio rescate. Asimismo, su “salvador” cartista, reveló a los medios que escuchó voces que le advirtieron que podría terminar quemado si decide continuar por este sendero.

Aunque este precandidato, que hoy es elogiado por sus logros en la inversión en el deporte, intenta despegarse la etiqueta de outsider diciendo que es afiliado al Partido Colorado desde hace décadas, la duda no es semántica. La duda no está hacia su persona. La duda es sobre el esquema de poder que lo sostiene, qué tentáculos conectan sus promesas con las decisiones reales y qué margen de autonomía realmente tiene, cuando el guion ya estaba escrito desde el quincho sobre la avenida España.

El que se anuncia como salvador, el que trae el “cambio” desde el cartismo, corre el riesgo de terminar como otro caso de marketing político que choca contra la realidad. Finalmente, no importa si el guion político es nuevo o repetido, lo que se necesita es de alguien que no termine sepultando la capital que el propio cartismo cavó. Se necesita alguien que gobierne sin ataduras ni condicionamientos políticos ni económicos.

jose.peralta@abc.com.py