Corrupción e impunidad, hierbas malas que se deben arrancar del país

Los partidos políticos demuestran que importa más llenarse los bolsillos, antes que atender las necesidades de la gente. La injusticia y la corrupción son hierbas malas que se deben sacar de los jardines de nuestro país para no seguir en la pobreza y la impunidad.

La injusticia se está volviendo una costumbre en el país; los comunes, que no estamos en la política, vamos a la cárcel por robar una gallina, mientras que algunos parlamentarios se llenan los bolsillos impunemente.
La injusticia se está volviendo una costumbre en el país; los comunes, que no estamos en la política, vamos a la cárcel por robar una gallina, mientras que algunos parlamentarios se llenan los bolsillos impunemente.ABC Color

Cargando...

La injusticia se está volviendo una costumbre en el país; los comunes, que no estamos en la política, vamos a la cárcel por robar una gallina, mientras que algunos parlamentarios se llenan los bolsillos con fondos estatales impunemente. La vergüenza no tiene cabida en el ser de la mayoría de nuestros gobernantes.

El pueblo está en agonía debido a la pobreza y la inseguridad en la que se encuentra; pero enriquecerse con el dinero de las instituciones públicas, al parecer, es el único objetivo de quienes nos “representan” en el gobierno. “La culpa es de los colorados” y “los liberales son corruptos” constituyen algunas frases que escuchamos, día a día, en boca de personas cegadas por el fanatismo ante la realidad de que la mayoría de los partidos políticos están corrompidos por la avaricia.

La salvación de pérdida de investidura de los diputados Carlos Portillo, Tomás Rivas y Ulises Quintana demostró que los legisladores pueden delinquir con total seguridad, ya que tienen la certeza de que sus cuates de bancada no les soltarán la mano. No podemos permitir que nadie se burle de nosotros y, menos, que personajes como estos hagan “mongaru” por salvarse de dar la cara ante la justicia.

Tanto liberales como colorados demostraron que les importa más defender su soquete e intentar cubrir sus delitos, antes que cumplir bien con su rol. De igual forma, anteponer sus intereses a las necesidades del pueblo se está volviendo una costumbre de los políticos, olvidando que los ciudadanos los pusieron en sus cargos.

Tal vez, los legisladores piensan que con un 100 milʼi van a comprar votos, como lo suelen hacer; no obstante, la ciudadanía ya está cansada. Los escraches a los parlamentarios han aumentado, pero no es suficiente, debemos meter más presión a nuestros representantes para que realicen un mejor trabajo.

Los ciudadanos debemos pensar dos veces a quien elegir, la próxima vez que acudamos a las urnas para dejar nuestras boletas. Dejemos el fanatismo de lado y no solo votemos por fulanito porque es de tal color; tampoco, nos vendamos por unos billetes, pues con ese dinero disfrutaremos un día, pero tendremos que aguantar cinco años de sufrimiento con los representantes equivocados, como ocurre actualmente.

Ya no quedemos callados ante los casos de corrupción ni dejemos que los malandros, vestidos con traje y corbata, recorran los pasillos del Congreso y nos mantengan en zozobra. Anive ñande vyro, pues con la presión ciudadana se consiguió la renuncia de Óscar González Daher y José María Ibáñez, envueltos en hechos de corrupción.

Entonces, no nos quedemos con los brazos cruzados, mirando como unos pocos roban todo el dinero del Estado. Al final, somos nosotros los que pagamos el sueldo de los gobernantes; por eso, si no desempeñan correctamente su labor, debemos rajarlos para que alguien que defienda los intereses de la sociedad, además de ser honesto, pueda cubrir las necesidades de los comunes.

Por Alejandro Gauna (18 años)

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...