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En estos días, el concejal municipal de Asunción, Tony Apuril, demostró su interés en la reducción de los accidentes de tránsito, con la campaña denominada “Conductor designado”, que difundió en las redes sociales. El proyecto tiene como objetivo incentivar y la concientizar sobre la importancia de elegir un chofer que no consuma alcohol, brindándole varios beneficios.
El concejal de la capital cree poder disminuir con mayor eficacia los accidentes de tránsito utilizando la incentivación, algo que culturalmente nos encanta. La idea parece buena, ya que, de cierto modo, reducirá los infortunios viales.
Son diversos los factores que han hecho ascender las desgracias automovilísticas como principal causa de muerte en nuestro país; por ejemplo, la ignorancia de las normas viales y la irresponsabilidad de conducir borracho. Por eso, es importante apoyar este proyecto que no hubiera sido necesario si se cumplieran las reglas como corresponde.
Por otra parte, según el concejal capitalino las barreras que verifican el cumplimiento de las normas de tránsito, a pesar de los muchos casos de corrupción, cooperan con la causa, pero no abastecen porque igual ocurren las desgracias. “Conductor designado” parece ser algo utópico para nuestra cultura que está acostumbrada a “violar” las reglas para su beneficio, pero, sin dudas, el proyecto ya es un paso adelante hacia lo ideal.
Si bien este propósito no eliminará por completo los accidentes de tránsito, será importante. Asimismo, estaría bueno que el proyecto no quedara en el famoso “oparei” y solo sea propaganda política para generar aceptación popular.
“Conductor designado” para los ojos de muchos es como una “iluminación del cielo”; sin embargo, uno no se da cuenta de que es algo urgente que se debe realizar por culpa de nuestra irresponsabilidad a la hora de cumplir las normas viales. Por eso, es importante que este proyecto tenga validez, por más que no sea lo ideal, ya es un paso hacia lo buscado.
Por Joaquín Tandé (18 años)