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Con su lucha por los derechos de los niños y jóvenes, la pakistaní Malala Yousafzai ha dejado varias huellas que demuestran su valentía, siendo así, en el 2014, la ganadora más joven de un premio Nobel de la Paz, con solo 17 años. Recordemos algunos de sus dichos más resaltantes:
“Leer un libro, tener un bolígrafo en las manos, estudiar, sentarse en un aula es algo muy especial para nosotros, pues hemos sido privados de ello”. La expresión trata sobre a la falta de educación que sufrían solamente las niñas en zonas de Pakistán, siendo Malala víctima de la misma.
“Los terroristas pensaban que podrían cambiar mis objetivos y frenar mis ambiciones, pero nada cambió en mi vida excepto esto: la debilidad, el miedo y la desesperanza murieron, la fuerza, el poder y el valor nacieron”, dijo la joven activista en un discurso, ya que ella desafió a los talibanes tras un atentado.
“Debemos creer en el poder y en la fuerza de nuestras palabras, pues ellas pueden cambiar el mundo". Malala explica que el arma que más afecta es el silencio, pues cuando callamos, damos luz verde a quienes nos quieren sobrepasar.
La joven pakistaní también había dicho que “un niño, un profesor, un bolígrafo y un libro pueden cambiar el mundo”. Estas sencillas palabras contienen los cuatro elementos esenciales para matar a la ignorancia de un país afectado por la falta de educación, como la nuestra, por ejemplo.
“Parte de la naturaleza humana es que no aprende la importancia de nada, hasta que se nos arrebata algo de nuestras manos", expresó Malala. No hay dudas de que muchas veces no abrimos realmente los ojos cuando tenemos todo, pues mientras que otros luchan por eso que disponemos, nosotros no lo valoramos.
La siguiente frase de la joven debe quedar grabada en todos y más en nuestros “honorables" gobernadores. “Un país no es más fuerte por la cantidad de soldados que tiene en las fuerzas armadas, sino por su índice de alfabetización”.
Jóvenes, comprendamos que la verdadera revolución no es aquella que busca mostrarse solo como “la open mind” que está a favor de todo lo que termina en “ista", sino la que ve la raíz de un problema y busca realmente su solución.
Por Ezequiel Alegre (17 años)