Linces vs piercings: la nueva rivalidad que divide opiniones en las redes

Estás caminando en el súper y te cruzás con un joven que tiene piercings en la nariz, la boca y la ceja; tu opinión puede estar a favor o no de los accesorios corporales. Pero, ¿qué pensarías si los Linces obligaran a la gente a sacarse sus “adornos”?

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Las perforaciones que se hacen los jóvenes dan mucho que hablar, algunas son más llamativas, otras parecen más dolorosas, aunque todas tienen su estilo. Los piercings en la lengua, en la nariz, los aritos, expansores y demás, ya son, prácticamente, parte de nuestra realidad juvenil.

En los últimos días, integrantes del Grupo Lince han sido vistos en plena conversación con un joven que poseía un piercing. Primeramente, muchos pensaron que los uniformados obligaban a las persona a retirar el accesorio de la piel.

La noticia inicial se expandió y varias personas de nuestro país, principalmente jóvenes, salieron a la carga contra el grupo especializado, sobre todo a través de Twitter. Las aclaraciones no tardaron en llegar y rápidamente nuevas versiones comenzaron a correr en las redes.

La primera nueva versión decía que el joven tenía una actitud sospechosa, luego que la persona solo había recibido la “sugerencia” de que se sacase el accesorio en cuestión, por un sangrado que estaba notándose en su piel. Por último, los Linces alegaron que fue la madre del joven quien pidió a los oficiales una “ayuda” para su hijo.

Las opiniones volvieron a dividirse, pero la gente no sabe a quién creer; una nueva rivalidad fue creada en las redes: los defensores a muerte de los guardianes cívicos contra los jóvenes que están a favor de usar libremente los atuendos de su preferencia. Los grupos de WhatsApp también estaban llenos de frases: “Estamos volviendo a la dictadura”, “no tienen derecho a hacer esto” o “ellos nos protegen”, “no juzguen a todos por un error”, etc.

Sin duda, el equipo especializado es muy importante para nuestra seguridad; por lo menos nos sentimos más a salvo con sus motos merodeando nuestras calles. Pero también es cierto que no se puede consentir que hagan lo que quieran por llevar un uniforme y portar armas. Un equilibrio es lo que se busca.

Es evidente que la labor de los Linces no es velar por la apariencia física ni las infecciones dérmicas de los ciudadanos, sino encargarse de la seguridad de los mismos. Hay cosas más importantes por las cuales preocuparse. Las personas con piercings, aritos, expansores u otras perforaciones no son de su competencia; la moda en el vestir queda bajo responsabilidad de los padres o de los mismos jóvenes.

Diego Benítez (18 años)

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