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Si bien el concepto de belleza que cada persona tiene es diferente, se puede rescatar que la mayoría cree que lo bonito está en la apariencia física, la vestimenta, el maquillaje de una señorita, los zapatos y el fino reloj de un hombre. Sin embargo, quizás, esos solo sean accesorios que no guardan relación con los valores de la gente.
"Las caras lindas engañosas son y los rostros menos esperados, gratas sorpresas dan", dice una frase; entonces, un chico lindo, tal vez, no sea el príncipe azul que aparenta ser y una sencilla joven puede llegar a tener un mundo de ideas nobles y sueños grandiosos en la mente.
Todo el tiempo, en la calle, en el televisor, en el colegio y en distintas ocasiones, las personas tendemos a ser persuadidas por la belleza exterior, pero hay chicos y chicas que tienen el don de ver más allá de lo físico y cuando escuchan a alguien con intenciones trasparentes, creatividad, bondad y humildad, dicen encontrar lo lindo y verdaderamente valioso.
Alguna vez te preguntaste qué tendrías para ofrecerle al mundo si no se pudiera ver lo que traés puesto: el calzado de marca, el maquillaje profesional, el cabello recién planchado y el vestido de diseñador. Si no lo hiciste, este es el momento de plantearte esta incógnita y pensar en los valores que construyen tu persona y te hacen ser, verdaderamente, un joven lindo o una chica bella del revés y del derecho.
Actualmente, es común que la apariencia física rompa barreras y, también, haga presencia en el ámbito laboral; es decir, muchos jefes y encargados de contratar personal nuevo para sus empresas optan por una cara linda que, quizás, no tiene nada interesante que decir, rechazando al que estaba rellenadito, pero es máster en diversas ramas. La pregunta es: si fueras ciego, ¿a quién elegirías?
Entonces, taparse un poco los ojos y levantar las orejas para escuchar más y conocer bien a la gente que entra a nuestras vidas, tal vez, sea una gran idea que nos rodeará de buenas, inteligentes e increíbles personas. Ante esto, qué pasaría con las chuchis y los “jejapos” que, a veces, se lucen y brillan por sus apariencias, pero, a la hora de hablarles, solo reflejan un corazón vacío.
Además, no se trata solo de contar con un entorno lleno de chicos bellos y chicas lindas por dentro, sino de analizar las acciones que realizamos y los valores, como el respeto, la honestidad, la igualdad, el amor, la solidaridad, etc. que se unen para formar los peldaños de nuestras vidas y nos harán ser porã porã.
Por Andrea Parra (18 años)